Tú, te llamo a ti luz en días grises en duras noches de invierno te llamo a ti hoy en la infancia de los años en el verano de la tarde aún, tú, lo más silencioso y próximo tú, tú susurras en torno a mí o silbas, grietas tú eres el rumor de la noche y el sentido del día tú, el sentido de mi propio corazón tú, mi hogar, mi casa –la palabra de un hombre una mano, una voz la luz de un ojo como todos.
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Una vez fue la noche mía tan luminosa una vez un instante fue la noche mía una vez fue la noche mía una vez fue noche y luz fue noche luminosa una vez fue la noche mía.
De Ohjálpligheten (La irremediabilidad), 1943. GUNNAR BJÖRLING. Helsinki 1887-1960†
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