LA TORTURA, VIEJO Y LITERARIO GÉNERO... Me hablaba del cielo de Esmirna, de las doradas cúpulas que alumbraba la tarde veneciana, del aire perfumado y cómplice de ciertas umbrosas callejuelas tunecinas, la belleza inenarrable de Florencia, y –cómo iba a faltar– de ese cafetín donde en Lisboa martirizaba los versos el Poeta... Hay gente en ocasiones que desea que fuera un libro, para así poder cerrarla con un sonoro y seco golpe de la mano, sin marcar la página, y devolverla luego para siempre al lugar en que por derecho corresponde: los mustios anaqueles de una rancia biblioteca. ROGER WOLFE. Días perdidos en los transportes públicos Ed:Anthropos
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