...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Isabel García Mellado. Cómo liberar tigres blancos



Estar lleno de peces
la habitación furiosa sin sonidos reales
creer en el azul y comprender el blanco
asistir a una frase que se convierte en tigre,
ser a ratos un ángel y saber
que estar triste
es un niño pequeño con ganas de reírse

                      ***

Le negaron más alas
pero ella vuela,
inmersa en la ciudad y sus rugidos,
salvaje como un niño
sin caminos,
como el tigre más blanco
que hayamos visto nunca

                      ***

ayer llegamos pronto, al rugir de los mares, un pájaro planeaba tranquilo círculos en el cielo limpio.  la señora gregoria entre ollas llenaba de olores la casa enorme hecha de recodos y crujidos. buscamos el lugar exacto donde empezó todo y volvieron a brotar unas flores rojas innombrables por las rendijas. el tiempo en este pueblo nunca tuvo prisa. la cara de la gente es eterna. el exterior frondoso de verdes lleva siglos macerando historias en silencio puro. por eso la gente sabe mirar así y por eso nosotros parecemos unos extranjeros a los que nadie ha enseñado la verdad de las cosas. Hubo un tiempo en que tú sí sabías hacerlo, antes de que yo te arrancara corriendo las raíces del suelo para llevarte de aquí allá tú siempre tan preciosa y tan callada siguiéndome, lo sabías todo y esperabas. Pasaste desiertos ciudades enfermas ríos niños relaciones exquisitamente extrañas enfermedades tormentas escupitajos y fuiste perdiendo el idioma del pueblo y ganando cucarachas ceniceros luces de neón carreteras, a cambio aprendiste a cantar como si fueras la misma vida y a pesar de todas las cosas al final del día nunca te olvidaste de cogerme al vuelo para que yo pudiese regresar siempre a una casa, como los niños. tú has sido tu casa y la mía. Llegamos increíblemente lejos con todos esos nombres importantes que a ti te daban lo mismo y lo único que pedías era que cuando fuéramos como somos ahora y el mundo ya no fuese nuestro volviéramos aquí, con la señora gregoria que jamás se ha muerto y el plañir de las olas. querías hacer brotar otra vez flores rojas a través de las piedras antes de morirte. y sigues exactamente igual de hermosa que el día que te encontré y no pude otra cosa que llevarte conmigo

Cómo liberar tigres blancos.   Ed. Ya lo dijo Casimiro Parker

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