...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.

lunes, 19 de agosto de 2013

JOSÉ ANTONIO FERNÁNDEZ - TRES POEMAS: BOSQUE, PÁJARO Y BIENAVENTURADOS


Hacer un bosque exige unir los árboles
con un anillo peculiar,
ponerle pájaros,
algunos quietos, otros atrapados
en ramas que son jaulas y no ramas.

Tocar el agua
con la punta de un dedo que no es nuestro
también requiere un fin determinado.
Notar el ritmo de las ondas
y el vértigo del barco, que es un dedo.
Notar la hoja mojada de algún charco.
Sentir el salto de las gotas
que escapan, de ese modo, de la fuerza
de su contorno distintivo.

Ser bañista
en una gota saltarina fuera del bosque,
antes del rompimiento universal
es un modo aleatorio de volver al origen.

También buscar palabras
que no son las más ciertas, pues son números
que van de más a menos hasta el cero infinito.

Hay modos de decir.
Hay modos de contar o de callar,
incluso, hay modos de sumar,
o de mirar,
y hay modos de escribir o de entender
que son variables de un estado:
ese ojo que nos mira, inmóvil
y geométrico, que es el nuestro, el único
que mira y ve lo ciego, eso que está
al lado mismo de otro idioma.

                  ***

He decidido hablar de pájaros.


Así, escribiendo pájaro en el aire
con la brasa de un lápiz invisible
conseguiré que un viento peculiar
remueva y mueva las conciencias.
Igual que cuando atamos una anilla
al ala rompedora y le grabamos
el número siguiente al anterior.

Hablar de pájaros es eso.

O como cuando hacemos de las plumas
un modo de metáfora al revés.
Así, leyendo pájaro en el aire
habré llegado al modo de entender
la volatilidad de la escritura,
la paridad de la cadencia, habré
aprendido a diferenciar el humo
inconfundible de un avión
del humo propio de una nube.

Hablar de pájaros no es fácil.
Pues cuanto más me acerco a la palabra,
cuantos más picos, plumas o alas busque
más nada quedará del pájaro.

¿O hablaba de poesía?
¿No será que poesía y pájaro
son la misma palabra. ¿No será
que con distintas letras
se puede retomar el mismo vuelo?

                   ***


Bienaventurado el latifundista,
suya será, también, la Tierra Prometida.
El dictador de las colonias de ultramar
pues su bigote merecerá el embalsamiento de los años.
Bienaventurado el político que escoge zapatos con cuña, 
su voz será lo único que quede bajo el peso de una losa.
Bienaventurado el dios minúsculo porque se rindió en el último peldaño,
el caza recompensas,
suyo es el mérito de los salarios.
Bienaventurado el último poeta, bienaventurado sea, y alguna plaga reciba.
Los cierra sobres, siempre que den por terminada su huelga indefinida. 
Y así se les sequen los labios, decía una maldición gitana.
Bienaventurado el lector que cree haber encontrado el doble sentido,
el marido juguetón que utiliza un puño americano.
Bienaventurado el cura de mi pueblo, famoso por sus blancas manos,
los empresarios paternalistas, por incumplir nueve Mandamientos.
Bienaventurado el consentidor de plegarias porque de él será el privilegio del último suspiro, 
el saqueador de columnas, también bienaventurado, inventor de los paraguas desechables.
Bienaventurado el pescador de aguas bravas, el cuerno del unicornio, la figura de Buda en estado catatónico, el arlequín alegre, bienaventurado el domador de mariposas, el carcelero que realiza horas extras, el listo y  la lista, el amo de la casa, las casas sin cosas, los santos oficios.
Bienaventurado el marmolista, merecedor de los royalties de nuestros epitafios y amén.


José Antonio Fernández.