...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.

lunes, 28 de noviembre de 2016

JOSÉ HIERRO - LUZ DE LA TARDE


LUZ DE LA TARDE

Me da pena pensar que algún día querré ver de nuevo este espacio,
tornar a este instante.
Me da pena soñarme rompiendo mis alas
contra muros que se alzan e impiden que pueda volver a encontrarme.

Estas ramas en flor que palpitan y rompen alegres 
la apariencia tranquila del aire,
esas hojas que mojan mis pies de crujiente hermosura,
el muchacho que guarda en su frente la luz de la tarde,
ese blanco pañuelo caído tal vez de unas manos,
cuando ya no esperaban que un beso de amor las rozase...

Me da pena mirar estas cosas, querer estas cosas, guardar estas cosas.
Me da pena soñarme volviendo a buscarlas, volviendo a buscarme,
poblando otra tarde como ésta de ramas que guarde en mi alma,
aprendiendo en mí mismo que un sueño no puede volver otra vez a soñarse.


José Hierro
Alegría


viernes, 25 de noviembre de 2016

JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO - BAJO TOLERANCIA



Bajo tolerancia

Su profesión se sabe es muy antigua
y ha perdurado hasta ahora sin variar 
a través de los siglos y civilizaciones.

No conocen vergüenza ni reposo 
se emperran en su oficio a pesar de las críticas 
unas veces cantando 
otras sufriendo el odio y la persecución 
mas casi siempre bajo tolerancia.

Platón no les dio sitio en su República.

Creen en el amor 
a pesar de sus muchas corrupciones y vicios 
suelen mitificar bastante la niñez
y poseen medallones y retratos
que miran en silencio cuando se ponen tristes.

Ah curiosas personas que en ocasiones yacen
en lechos lujosísimos y enormes
pero que no desdeñan revolcarse
en los sucios jergones de la concupiscencia
solo por un capricho.

Le piden a la vida más de lo que ésta ofrece.

Difícilmente llegan a reunir dinero
la previsión no es su característica
y se van marchitando poco a poco
de un modo algo ridículo
si antes no les dan muerte por quién sabe qué cosas.

Así son los poetas
las viejas prostitutas de la historia.

*****

Katheleen

Se llama Kathleen y es rubia
mide cinco pies nueve pulgadas
bien parecida treinta y cuatro años
estudió en el Colegio Presbiteriano de Akron
y se licenció en literatura española
por la New York University.

Allí conoció a Ted y se casaron pronto
tienen un niño y una niña
viven en Long Island en una linda casa
el marido es un brillante ingeniero 
que corta el césped y practica Yoga
y ella trabaja para una editorial.

Ama la libertad pero dentro de un orden
opina que los negros no están aún maduros
asiste a los oficios regularmente
recibe a sus amigas los viernes por la tarde
y los martes almuerza 
con su Ted en el Rotary Club.

Hace seis días que llegaron a Europa
pues en París se celebra un Congreso de Acústica
y mientras él ultimaba su ponencia
Katheleen partió hacia el Sur
quedando en encontrarse en Málaga los dos
cuando se terminaran las sesiones.

Y hoy ella ha amanecido en un cuarto de hotel
junto a un extraño hombre flaquito
y mientras busca una Alka-Seltzer
piensa que por la tarde llega Ted
y que el psiquiatra de regreso en New York
ya aclarará todo este asunto.


José Agustín Goytisolo
Bajo tolerancia
Lumen

jueves, 20 de octubre de 2016

JESÚS MUNÁRRIZ - CALLAR


CALLAR

Callar es más prudente,
más seguro, más cómodo, más práctico,
callar es más astuto,
más rentable,
más útil,
callar no da problemas,
callar evita líos,
callar trae más cuenta,
callar impide que se cuelen moscas
en la boca, callar propio es de sabios,
se está muy bien
callado.
Porque el que calla
otorga
licencia, impunidad,
perdón, facilidades
y patente de corso,
y por la boca muere el pez y siempre
se ha de sentir lo que se dice y nunca
decir lo que se siente
si se quiere triunfar
en sociedad
y recibir migajas
del gran pastel
del mundo.

Jesús Munárriz,

Evasión independiente (1998).

domingo, 2 de octubre de 2016

JESÚS MUNÁRRIZ - FAST FOOD




FAST FOOD

Frente al luciente centro comercial 
recién inaugurado,
dos pobres -pobre y pobra- 

dispuestos a almorzar:
comida rápida.

Dos bolsas negras llenas de basura 
con cuidado escogidas
de las que embuten el contenedor 

de una comunidad de propietarios.

Sentados en la acera sin asfaltar aún,
junto a una estaca de árbol 
de plantación reciente,

su botín escudriñan 
y devoran:

huesos poco apurados, mondas de fruta, pan  
seco, unos espaguetis, unos tomates pochos,  
patatas fritas frías,
un menú equilibrado tal vez, asequible al menos, 
que riega rojo el tinto.

Mutuamente se ofrecen con amor 
los mejores hallazgos y preseas. 
Fastfood y todo gratis,
aquí no ahoga Dios, decir parecen, 

aquí sólo desecha.

Jesús Munárriz, De lo real y su análisis (1995) 

viernes, 30 de septiembre de 2016

GLORIA FUERTES - SALE CARO SER POETA


SALE CARO SER POETA
Sale caro, señores, ser poeta.
La gente va y se acuesta tan tranquila
−que después del trabajo da buen sueño−.
Trabajo como esclava llego a casa,
me siento ante la mesa sin cocina,
me pongo a meditar lo que sucede.
La duda me acribilla todo espanta;
comienzo a ser comida por las sombras
las horas se me pasan sin bostezo
el dormir se me asusta se me huye
−escribiendo me da la madrugada−.
Y luego los amigos me organizan recitales,
a los que acudo y leo como tonta,
y la gente no sabe de esto nada.
Que me dejo la linfa en lo que escribo,
me caigo de la rama de la rima
asalto las trincheras de la angustia
me nombran su héroe los fantasmas,
me cuesta respirar cuando termino.
Sale caro señores ser poeta.

GLORIA FUERTES

martes, 6 de septiembre de 2016

WORKING CLASS HERO - JOHN LENNON

WORKING CLASS HERO
Tan pronto como naces, 
hacen que te sientas pequeño,
no dándote tiempo en lugar de dártelo todo,
hasta que el dolor es tan grande 
que no sientes nada de nada. 
Ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar,
ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar. 
Te hacen daño en casa
y te pegan en clase.
Te odian si eres inteligente,
y desprecian a un tonto.
Hasta que estás tan jod*damente loco,
que no puedes seguir sus reglas. 
Ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar,
ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar. 
Cuando te han torturado y asustado 
durante veintitantos años,
entonces esperan que elijas una profesion,
cuando realmente puedes funcionar 
estás tan lleno de miedo 
Ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar,
ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar. 
Te mantienen drogado con religión, sexo, y televisión,
y piensas que eres tan inteligente, marginado y libre,
pero tal y como yo lo veo eres todavía un jod*do paleto. 
Ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar,
ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar. 
Todavía te dicen que hay sitio en la cima,
pero primero debes aprender cómo sonreír cuando matas,
si quieres ser como los tipos de la colina. 
Ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar,
ser un héroe de clase trabajadora es algo a lo que aspirar. 
Si quieres ser un héroe,
bien, simplemente sígueme.
Si quieres ser un héroe,
bien, simplemente sígueme. 

John Lennon - Working class hero - Héroe de clase obrera.

As soon as you're born 
They make you feel small
By giving you no time instead of it all
Till the pain is so big 
You feel nothing at all
A working class hero is something to be
A working class hero is something to be
They hurt you at home 
And they hit you at school
They hate you if you're clever 
And they despise a fool
Till you're so fuc**g crazy
You can't follow their rules
A working class hero is something to be
A working class hero is something to be
When they've tortured and scared you 
for twenty odd years
Then they expect you to pick a career
When you can really function 
you're so full of fear
A working class hero is something to be
A working class hero is something to be
Keep you doped with religion and sex and TV
And you think you're so clever and classless and free
But you're still fuc**g peasant as far as I can see
A working class hero is something to be
A working class hero is something to be
There's room at the top they are telling you still
But first you must learn how to smile as you kill
If you want to be like the folks on the hill
A working class hero is something to be
A working class hero is something to be
If you want to be a hero
Well, just follow me
If you want to be a hero
Well, just follow me

John Lennon - Working class hero

sábado, 2 de julio de 2016

JOSÉ CARLOS LLOP - REYES DE ALEJANDRÍA


Reyes de Alejandría. José Carlos Llop. Alfaguara (2016)

Este libro trata de un viaje en el tiempo. Un tiempo que fue todos los tiempos para desaparecer después en el tiempo. Este libro trata, pues, de nosotros y ha de contar quiénes éramos. O mejor: quiénes dejamos de ser para desaparecer en el tiempo que fuimos y ahora buscamos entre los objetos.
Tengo ante mí un caparazón de tortuga de tierra, una lámpara fenicia de aceite y una figurilla india de hierro que parece una deidad antigua de Asia Menor. Hay otros objetos sobre la mesa: el fragmento de un fósil, el colmillo de una foca, una piedra de Petra, otra ––tallada–– del Congo, una cuenta de vidrio de Java y un collar que podría pertenecer al ajuar de la reina Hatsepsut. La mayor parte de esos objetos tienen más valor por lo que representan que por lo que son. En eso se parecen a los recuerdos. Hace muchos años que me acompañan. Como el perfumero de Murano del XIX, la efigie en latón y vidrio del león de San Marcos, una fotografía de Jane Birkin desnuda, otra en blanco y negro de Ezra Pound y una tabaquera art decó. Pecios que una manera de entender la vida y la escritura ha ido dejando a mi alrededor. Así también debe leerse este libro: desde la autenticidad de lo primitivo; desde el conocimiento de lo moderno; desde la elección allí donde la vida no deja elegir. 
(…) Cuando pienso en aquel tiempo, tengo la impresión de ser el radiotelegrafista de un carguero perdido en el océano, hablando frente al aparato de radio. Hablar a un vacío que nunca responde y nunca, lo sabes, ha de responder. Pero hay veces que sí: voces de onda larga que procedieran del espacio, de la estación Mir, por ejemplo, vacía y abandonada (…)
(…) Hay un momento en que la ciudad natal se abre como las figuras de un caleidoscopio y sin dejar de ser ella misma, es también otras ciudades. Palma tuvo un perfume alejandrino y un carácter fronterizo parecido al de Trieste y unos veranos cairotas y unos inviernos del Mar Negro, con uniformes y niebla. Palma recogió diminutos fragmentos de Woodstock y Monterey, aunque por la noche cantara Domenico Modugno en una terraza del Paseo Marítimo y los marines patrullaran por sus calles. Palma era un puerto mediterráneo y en el Mediterráneo se inventó el mundo. Y todo aquello eran esquirlas de cristal a través de las que veíamos otras ciudades que no eran la nuestra. Otras ciudades donde vivir, escapando de la nuestra. Por sus calles paseaban burritos enjaezados con un cargamento de jarras de barro y por sus playas, dromedarios egipcios y camellos de Asia porteaban a los turistas como si estuviéramos en el Sáhara  o junto al lago Baikal. La policía secreta era fácil de distinguir por la rigidez de sus trajes y sus maneras de chulo de barra. Las putas se sentaban en sillitas de enea en las esquinas del trazado árabe, entonces encalado ––los bajos pintados de azulete––, como si se tratase de algún poblado andaluz. Las campanas tocaban durante todo el día y las mujeres vestían de negro o con trajes de flores y los curas y las monjas se movían con rapidez por las aceras. El aire olía a algas podridas, a salitre, a jazmín y buganvilla. La ciudad era vanidosa, reservada  y escéptica. Nosotros escuchábamos a Bob Dylan como al Ángel Visitador y ya no sé quienes éramos nosotros, ni siquiera sé si éramos aún y sólo fuimos entonces, o si aquella ciudad que recuerdo llegó a existir, aunque yo sepa que sí, que existió y acabó enterrada formando un estrato al que los arqueólogos no han de dar importancia, tan endeble fue que no dejó vestigios ni resto alguno para las vitrinas de un museo. Y nos íbamos hacia el muelle en el coche de algún amigo y en un viejo cassette Philips escuchábamos a Traffic y soñábamos con marcharnos algún día en uno de aquellos buques que veíamos zarpar con sus cascos negros y rojos y sus chimeneas de colores, cargueros rumbo a Turquía. El coche se llenaba de perfume de polen, humo y tierra húmeda mientras Steve Winwood cantaba Dear Mr. Fantasy… Poco después nos marchamos, pero antes…
No ser uno. Tampoco ser una familia y ser algo mejor que una familia. No ser uno y construir una familia que no lo fuera, las idas y venidas, los viajes, las casas abandonadas, los pisos vacíos; ése era el amanecer de un tiempo que duró poco pero que nos hizo como somos. Ser uno, de eso no escaparíamos, no podríamos escapar, pero habiendo conocido lo otro ––el paraíso––, habiendo sido lo otro ––el paraíso–– mientras duró. Y ahora, seres heridos que llevan su herida en silencio y se reconocen entre sí mientras la esconden. Ya no sé si de la estirpe de Abel o de la estirpe de Caín. Los que sobrevivimos, pero ésa es otra. (…)
(…) Pero el conde era el único de nosotros que sabía que todo paraíso se paga, que todo paraíso incuba el mal, la serpiente y el árbol de la ciencia. Que todo paraíso acaba expulsándote. Los demás creíamos que no. (…)
(…) Éramos poetas. Ante todo, sobre todo y después de todo, éramos poetas. Nada era descifrable sin la poesía; nada era digno de ser vivido sin la poesía. Rilke, Cavafis, Pound y Eliot formaban la tetralogía sagrada de nuestra religión. Y Baudelaire y Poe y Wallace Stevens y Yeats, el irlandés. Después venían los dioses menores, que eran incontables y nos llenaban de dones y poblaban las horas y los minutos como lo hacía la música ––la poesía, al fin, otra clase de música–– y nos acompañaban en el amor y en el tiempo, estirándolos y elevando su intensidad desde la  humedad de la tierra al oscuro fondo del cosmos. Éramos poetas y estábamos en perpetua sintonía con el ritmo de las constelaciones y la expansión del universo, que también se expandía dentro de nuestro pecho y en el interior de nuestra mente. (…)
(…) Yo no escuchaba música; yo era la música que escuchaba. Vivía en ella como ella vivía en mí. La música era el lenguaje y ese lenguaje desconocía identidades: era la identidad. La vida empezaba para todos nosotros y todos teníamos una lengua común. No había ocurrido nunca: que la música usurpara el lugar de cualquier otro lenguaje. La vida empezaba para todos nosotros y la música sostenía sus muros, pautaba nuestros días. Babel al revés. Todos éramos músicos sin serlo, todos tuvimos entre las manos una Fender Stratocaster. Cuando fuimos expulsados del Paraíso, esa música sería su memoria, la constatación de que el Paraíso había existido alguna vez. Aún hoy, camino de los sesenta años, o de los setenta aquellos que sobrevivieron, la piel se tensa, como en el amor, al escucharla. (…)

(…) si Adan y Eva habían sido expulsados del Paraiso, hubo alguien que se quedó dentro y nosotros éramos sus descendientes. La espada flamígera, oh, sí, no se había esgrimido en contra nuestra. O la habíamos sabido eludir, sí, “ oh mama, stick inside of Mobile with the Memphis blues again”. Las chicas, desnudas, bailando ahora alrededor del árbol de la ciencia, el pelo tan largo, las nalgas de manzana, columnas amadas sus piernas, ágiles arcos, y el fuego sagrado bajo la brillante llama negra del bello, ellas, bailando alrededor del árbol de la ciencia, esperándonos, mientras nuestros padres desparecían en la oscuridad: I´ll Be Your Baby Tonight.

sábado, 21 de mayo de 2016

JOHN BERGER - CANCIÓN DE AMOR



EMIGRACIÓN RURAL

Las mañanas son madres
que crían sus pastos 
tienden sábanas invisibles 
en el huerto 
y se burlan de las rocas humeantes 
con cuentos de sol y cama

Las tardes levantaban vallas
miraban a las gallinas 
picotear en la hierba alta como un perro
reunían a las altaneras nubes
y tronaban pasión 
a las madres que las alimentaban 

día tras día 
mañana y tarde se emparejaban 
crecían hierbas y hojas 
y en empapadas candelillas verdes 
caían de nuestro nogal 
como orugas muertas

***

PATATAS

Canta el gallo

La tierra sus negras plumas abiertas 
               araña la piedra
                      y pone sus huevos

no las levantéis demasiado pronto 
               alumbran
                       a través de su piel luna 
                               a los muertos

durante las nieves 
                amontonadas en las bodegas 
                        gravemente prestan 
                               cuerpo a la sopa 

cuando faltan 
               no tiene carne el arado 
                        y los hombres mueren de hambre
                                   como el gran oso en la noche invernal

***

UNA CANCIÓN DE AMOR

Las montañas son despiadadas 
la lluvia funde la nieve 
volverá a helar.

En el café dos extranjeros 
tocan el acordeón 
y canta la habitación abarrotada de hombres.

Las melodías llenan 
los sacos del corazón 
los pesebres de los ojos.

Las letras llenan 
los establos 
que rugen entre los oídos.

La música suprime las papadas 
relaja las articulaciones, 
la única cura para el reumatismo.

La música limpia las uñas 
suaviza las manos 
restriega las callosidades.

Una habitación abarrotada de hombres, 
venidos del ganado empapado, 
del gasoil, de la pala eterna,
acaricia 
el aire de una canción de amor 
con manos dulces.

Las mías han abandonado los brazos 
y están cruzando las montañas 
en busca de tus pechos.

En el café dos extranjeros 
tocan el acordeón 
la lluvia funde en la nieve.


John Berger

lunes, 9 de mayo de 2016

LUIS GARCÍA MONTERO - PRESENTIMIENTO



CANCIÓN PRESENTIMIENTO

Seguramente
nadie pudo decirnos
que la luz era un túnel sin salida,
que el sol era la sombra
y el mar un sentimiento de la piedra.

Seguramente nadie,
nadie quiso advertir en los periódicos
una flor que era invierno,
una ley que era espada
y esta nube, sospecha de la roca.

Así,
amaneció de negro el día blanco,
y la luna fue escombro
a las dos de la tarde,
cuando salió la víbora de los grandes desiertos
para buscar almohadas y conocer la nieve.

Y los años perdían la memoria,
y el desván se cerraba en las alas del águila,
y cada huella presentía el hielo,
y cada uno se aferró a su nombre
como a un leño en el mar,
navegando en la herida de una frase,
en las puestas de sol,
entre las cartas y los documentos.

Así, con la rutina 
de las salas de urgencia,
vino el sapo viscoso de la lluvia,
y nos besó en la boca.


La intimidad de la serpiente
Luis García Montero
Tusquets editores



domingo, 1 de mayo de 2016

LUIS CERNUDA - DONDE HABITE EL OLVIDO



Donde habite el olvido, 
En los vastos jardines sin aurora; 
Donde yo sólo sea 
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas 
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. 

Donde mi nombre deje 
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, 
Donde el deseo no exista. 

En esa gran región donde el amor, ángel terrible, 
No esconda como acero 
En mi pecho su ala, 
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. 

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya, 
Sometiendo a otra vida su vida, 
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente. 

Donde penas y dichas no sean más que nombres, 
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; 
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, 
Disuelto en niebla, ausencia, 
Ausencia leve como carne de niño. 

Allá, allá lejos; 
Donde habite el olvido.

martes, 19 de abril de 2016

FELIPE BENÍTEZ REYES - ADVERTENCIA




ADVERTENCIA

Si alguna vez sufres —y lo harás—
por alguien que te amó y que te abandona,
no le guardes rencor ni le perdones:
deforma su memoria el rencoroso
y en amor el perdón es sólo una palabra
que no se aviene nunca a un sentimiento.
Soporta tu dolor en soledad,
porque el merecimiento aun de la adversidad mayor 

está justificado si fuiste
desleal a tu conciencia, no apostando
sólo por el amor que te entregaba
su esplendor inocente, sus intocados mundos.


Así que cuando sufras —y lo harás—
por alguien que te amó, procura siempre 

acusarte a ti mismo de su olvido
porque fuiste cobarde o quizá fuiste ingrato. 

Y aprende que la vida tiene un precio
que no puedes pagar continuamente.
Y aprende dignidad en tu derrota 

agradeciendo a quien te quiso
el regalo fugaz de su hermosura.


*****

Los vanos mundos
Felipe Benítez Reyes
CMaillot Amarillo. Granada, 1985).

viernes, 15 de abril de 2016

LUIS ALBERTO DE CUENCA - LA MALCASADA


La malcasada

Me dices que Juan Luis no te comprende,  

que sólo piensa en sus computadoras
y que no te hace caso por las noches.
Me dices que tus hijos no te sirven,
que sólo dan problemas, que se aburren
de todo y que estás harta de aguantarlos.
Me dices que tus padres están viejos,
que se han vuelto tacaños y egoístas
y ya no eres su reina como antes.
Me dices que has cumplido treinta y cinco
y que no es fácil empezar de nuevo,
que los únicos hombres con que tratas
son colegas de Juan en IBM
y no te gustan los ejecutivos.
Y yo, ¿que pinto en esta historia?
¿Que quieres que haga yo? ¿Que mate a alguien?
¿Que dé un golpe de estado libertario?
Te quise como a un loco. No lo niego.
Pero eso fue hace mucho, cuando el mundo
era una reluciente madrugada
que no quisiste compartir conmigo.
La nostalgia es un absurdo pasatiempo.
Vuelve a ser la que fuiste. Ve a un gimnasio,
píntate más, alisa tus arrugas
y ponte ropa sexy, no seas tonta,
que a lo mejor Juan Luis vuelve a mimarte,
y tus hijos se van a un campamento,
y tus padres se mueren.


Luis Alberto de Cuenca




sábado, 26 de marzo de 2016

CHARLES SIMIC - LO QUE LOS GITANOS DIJERON A MI ABUELA CUANDO TODAVÍA ERA JOVEN


IMPERIOS

Mi abuela profetizó el final
de vuestros imperios, ¡oh locos!
Ella planchaba, la radio estaba puesta.
La tierra temblaba bajo nuestros pies.

Uno de vuestros héroes daba un discurso.
"Monstruo", le llamó ella.
Hubo vítores y salvas para el monstruo.
"Podría matarlo con mis propias manos",
me declaró.

No hacía falta. Se irían todos
al diablo en cualquier momento.
"No vayas a nadie con estas habladurías",
me advirtió.
Y me tiró de la oreja para dejar claro que yo la entendía.

*****

LO QUE LOS GITANOS DIJERON A MI ABUELA CUANDO TODAVÍA ERA JOVEN

Guerra, enfermedad y hambruna harán de ti su nieta favorita.
Serás como una persona ciega que mira una película muda.
Picarás cebollas y trozos de tu corazón
           dentro de la misma cacerola caliente.
Tus hijos dormirán en una maleta atada con una cuerda.
Tu marido besará tus pechos cada noche
           como si fueran dos lápidas sepulcrales.

Ya los cuervos se acicalan
           para ti y para tu gente.
El mayor de tus hijos yacerá con moscas en los labios
           sin sonreír ni levantar la mano.
Envidiarás a cada hormiga que encuentres en tu vida
           y a cada yerba al borde el camino.
Tu cuerpo y tu alma se sentarán en escalones distintos
           mascando el mismo trozo de chicle.

¿Guapita, estás en venta?, te dirá el demonio.
El dueño de la funeraria comprará un juguete a tu nieto.
Tu mente será un avispero incluso en tu lecho de muerte.
Rezarás a Dios pero Dios pondrá un letrero
            de que no se le moleste.
No preguntes más, esto es todo lo que sé.

*****


Éramos tan pobres que en la ratonera yo tenía que ocupar el lugar del cebo. Totalmente solo en la bodega, podía oírles arriba ir de aquí para allá, agitándose y dando vueltas en la cama. "Estos son días sombríos y endemoniados", me decía el ratón mordisqueándome la oreja. Pasaron los años. Mi madre llevaba  una estola de piel de gato que sacudía hasta que las chispas iluminaban la bodega.

*****

Soy el último soldado de Napoleón. Han pasado casi doscientos años, y estoy todavía en la retirada de Moscú. La carretera está bordeada de álamos blancos y el barro me llega hasta la rodilla. La mujer tuerta quiere venderme un pollo, y ni siquiera llevo ropas.
Los alemanes van por un camino; yo voy por el otro. Los rusos van todavía por otro camino y dicen adiós con la mano. Tengo un sable de ceremonia. Lo utilizo para cortarme el cabello de metro y medio de largo.

*****

Era la epoca de los maestros de la levitación. Algunas tardes veíamos a hombres  y mujeres solitarios flotando sobre las copas oscuras de los árboles. ¿Estarían durmiendo o pensando? No hicieron ningún intento por navegar. El viento los empujaba muy ligeramente. Teníamos miedo de hablar, de respirar. Incluso los pájaros nocturnos se quedaban callados. Más tarde, mencionaríamos el pequeño libro que la mujer joven apretaba entre las manos, y el modo en que aquel viejo perdió el sombrero a causa de los cipreses.
Por la mañana ni siquiera había nubes en el cielo. Vimos algunos cuervos que se acicalaban al borde de la carretera; en el tendedero de la ciega las camisas levantaban las mangas vacías.

*****

El mundo no se acaba
Charles Simic
DVD poesía

miércoles, 23 de marzo de 2016

MANUEL RIVAS - POEMA



CARRETERA

El indicador decía Con niebla, no se detenga,
pero la niebla llegó a ser tan espesa
que detuvo cuidadosamente su coche.
Sal¡ó, dio unos pasos,
pero un miedo ancestral le hizo retroceder.
No había ruido ni eco
como si todo lo existente se desvaneciera.
Puso la radio y sólo escuchó una música árabe,
qué coño, tan al Norte.
Fue entonces cuando vio aquellas siluetas en el parabrisas.
Eran vacas,
enormes cabezas con ojos de aguanieve.


Manuel Rivas