...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.

miércoles, 29 de febrero de 2012

BEGOÑA PAZ






PRESENTACIÓN DE A MALA VIDA EN VIGO Y LA CORUÑA

El jueves 1 de marzo a las 20:30 en Vigo. Galería Jazz. C/Ronda de don Bosco 21 Bajo.El Viernes 2 de marzo a las 20:30 en  Coruña. Asociación Cultural Alexandre Bóveda C/Olmos 16-18. 1º Begoña Paz y Ediciones La Baragaña presentan A mala vida.


INFANCIA


E había berros
e armarios-cadaleito,
e máscaras
e portadas,
e libros terribles,
prohibidos,
e mesas de mármore
esnaquizadas,
e xigantes soterrados
baixo da torre,
e homes rá agochados
nas sombras,
ao pé da cama.
Mais
sempre
a voz mariña do pai
alí
salvándoa.


INFANCIA


Y había gritos
y armarios-ataúd,
y máscaras
y portazos,
y libros terribles,
prohibidos,
y mesas de mármol
destrozadas,
y gigantes enterrados
bajo la torre,
y hombres rana escondidos
en las sombras,
al pie de la cama.
Pero
siempre
la voz  marina del padre
allí
salvándola.

BEGOÑA PAZ
A MALA VIDA
EDICIONES LA BARAGAÑA





lunes, 27 de febrero de 2012

PEDRO ANDREU




SEGUNDA NANA

A papá: 
los domingos, sin ti, son otra cosa

-------------------[Madrugada del 23 al 24 de noviembre]

La carretera mojada. Nuestro coche
que quema la calzada como una yegua triste.
Y atrás, a nuestra espalda, es ya Palma 
de Naranja, Palma Negra.
Los campos se acobardan debajo de la lluvia
y el mundo se nos viste de nana de The Cure.
Almendros y algarrobos asustados
corriendo a nuestro lado, bajo el agua.
La madrugada en pánico. Cinco hermanos
a bordo de este coche borracho de dolor.
Atravesamos el camino de grava 
donde mi hermana atropelló a una perra, 
hace más de diez años. 
La verja de nuestra casa abierta. 
Una ambulancia. Las sirenas 
—azul de pesadilla— 
de un patrullero de la policía local.
Una madre llorando en el salón de casa
—nuestra madre—
donde aún nos juntábamos todas las navidades.
Nuestro padre sin vida en su cama de siempre,
roto como el motor de un ciento veintisiete.
Vértigo de oírlo todo como de demasiado lejos,
la lentitud de dieciséis cafés en una sola noche.
Trabajadores de la funeraria con guantes de látex
y ayudarles a llevar el ataúd 
bajo la lluvia hasta una furgoneta.
Mamá de un lado al otro de la casa,
como una marioneta bajo efectos del válium.
Qué manera tenían las palabras de llenarse
de líquida torpeza, de pudrirse despacio
en nuestras bocas. A mis hermanas 
la menstruación se les cortó de golpe en las entrañas.
El último cigarro de papá me miraba
desde aquel cenicero. La última cerilla que sus ojos 
pudieron ver raspar y arder en el planeta Tierra. 
Su cama ya deshecha para siempre. 
Tenía el corazón tan grande que, al detenerse, 
se vació del frío que ha invadido la casa.

--------------------[24 de noviembre]

Luego, al día siguiente, el velatorio
—y allí mi padre con un paquete 
de Récord en las manos—
y familiares lejanos que se nos acercaban 
a arañar todavía un poco más 
nuestro dolor de carne con nombre y apellidos.

---------------------[Mediodía, 25 de noviembre]

Y al fin incinerarlo, aquel último paquete 
de tabaco 
entre sus manos,
que perdieron el tacto.
Sesenta y ocho años han cabido
en una urna negra.

--------------------[Atardecer bajo una higuera, 26 de noviembre]

Debajo de una higuera,
cinco hermanos, sus parejas,
una mujer –nuestra madre—, 
diez nietos, un puñado de amigos 
y la tarde agazapada encima de los campos.
De Dios no había rastro, pues papá era ateo
y nadie lo invitó. Cavamos media hora. 
Plantamos a mi padre, regresamos
sus restos a la tierra, para que fueran barro.
Lanzamos unas rosas y claveles. 
Dijeron a los niños que ahí 
había que enterrar tesoros de su abuelo
porque se había ido a una estrella infinita.
Así que una de mis sobrinas le escribió una carta
y la dejó caer.
Otra le compró un paquete de cigarrillos negros,
y lo dejó caer. 
Un tercero, entre lágrimas,
reunió sus cromos del Atleti
—era el club de papá—,
y los dejó caer.
Los nietos más pequeños pintaron unos folios
y los dejaron caer.
Mi hermano sacó de un bolsillo de su chupa
un libro que le habían publicado
y lo dejó caer.
Después echamos, uno tras otro,
una pala de tierra, hasta tapar el foso.
Y abrimos un paquete de tabaco 
y fumamos un último cigarro de la marca
de papá, y si cerrabas ojos se le podía oler.
Entonces Venus brilló en el cielo 
y mi sobrino de tres años dijo:
¡La estrella del abuelo!
¿Podemos ir a verlo en autobús?

-------------------[Ya ha anochecido, 26 de noviembre]

Así que hoy no me habléis 
de todas esas cosas tristes
que a veces es la vida, ni de papá tan muerto
como una olla de barro crujida a la mitad
ni de estas plumas negras que nos dejó su ángel.
Nos enseñó a gozar de las cosas sencillas, 
cotidianas, del placer escondido en cada gesto.
Y hoy lo hemos sembrado debajo de la higuera
que él mismo había plantado hace más de treinta años.
Y hemos hecho paella en el fuego de leña
y nos hemos sentado a la mesa de piedra,
como cada semana. Pero falta una silla.
Ya siempre nos faltará una silla 
a la mesa 
los domingos.
Hemos plantado 
la vida de mi padre debajo de su higuera.
He heredado un jersey. 
Lo llevo puesto para escribir este poema.
Lo he mojado de lágrimas. Pero no importa.
Lo difícil será volver a nuestro campo y saber
que no aparecerás en bata a recibirnos.
Quisiste regalarnos las ganas de vivir, sencillamente eso,
pero no quedan fuerzas... 
Cuánto cuesta borrarte de la vida,
aunque ella te haya borrado a ti ya 
y continúe girando a nuestro alrededor el mundo, 
como si nada hubiera sucedido anoche.
Cuesta tanto aceptar que no crujiera el eje del planeta
a las doce y catorce de ayer noche, 
cuando llegó la nada a tocar a tu puerta
y a llenar de basura 
las próximas semanas de nosotros.

sábado, 25 de febrero de 2012

MARWAN




























CONTINENTES:

Y pienso en África,
en el esqueleto raquítico de su suerte,
en las piernas de alambre de la miseria,
en sus países hechos de cucharas vacías,
donde a la democracia se la mira como a un intruso
y la esperanza no es más que una calle cortada.

Europa, la vieja mujer que nos contiene,
donde la justicia es un ciudadano ilegal.
Mujer que abre con la cadena echada al emigrante
que fabrica muros de agua contra la pobreza
y se ampara en un estrecho mar
que diferencia el hambre de la obesidad.
Una única moneda, muchas tristezas diferentes.

América del Norte,
combate a tumba abierta,
genialidad y salsa barbacoa,
sus inolvidables solos de trompeta
y sus avenidas de colesterol.
Una película de Woody Allen
y el tinte color dollar de Britney Spears,
las poesías armadas de Dylan
tachando las patrullas fronterizas.
Empate técnico, combate en tablas.

Sudamérica con el cuerpo a la intemperie,
bossa nova y favelas,
tango y corralito.
Que reza a nuestros dioses
que habla nuestras lenguas
que arrasa la losa colonial por sus ciudades.
Las piernas de la miseria jugando al balón en Copacabana,
la belleza disparando en las laderas Incas del Perú,
los bronquios talados del Amazonas,
la cocaína inacabable del cartel de Medellín.
Sudamérica no cabe en una cámara de fotos;
Sudamérica cena arroz con frijoles,
es la mujer más vieja del mundo,
es el niño más hospitalario del planeta,
es una niña convaleciente que se recupera;
Sudamérica es una metáfora de Silvio;
Sudamérica Aymara, Quechua, Guaraní;
Sudamérica Mapuche, Inca, Charrúa;
Sudamérica en pie.

Centroamérica caribe y cayuco,
Cuba, Magreb americano.
El Marxismo jugando al ajedrez contra el bloqueo
la necesidad cruzando una y otra vez las calles de Puerto Príncipe.
Una mujer cocinando tortillas en la calle.
Centroamérica Inca, Azteca, Maya;
Centroamérica Rastafari, Guajira;
Centroamérica es una ranchera alegre
y una frontera mojada.
Centroamérica de dictaduras impuestas;
Centroamérica es una letra de Bob Marley,
el milagro sin ejército de Costa Rica.

Oceanía.
Antípodas, un hombre llora en Sidney
por cada niño que sonríe en Europa.
Aínaeco, espejo.
Antípodas, una esposa responde en Madrid
lo que ayer preguntó un marido en Nueva Zelanda.
Oceanía, cava un túnel hacia el centro de la tierra,
qué poco sabemos de ti,
guardas tus secretos en la bolsa marrón de los canguros.
En la danza ancestral de los combates.

Asia nos mira con los ojos rasgados,  
se tapa con un sari naranja
y oculta tu tristeza bajo un burka.
Asia mastica arroz en cada casa
y corta pescado crudo en un restaurante.
Asia se detiene cinco veces al día hacia la meca,
llora tras un muro de Jerusalén.
Se lava el destino en el Ganges.
La nieve vacía de pisadas de Siberia,
las tetas de agua del monzón,
el amasijo de repúblicas que huyeron
corriendo de la Unión Soviética.
La Muralla China, serpiente de piedra;
los peldaños imposibles del Everest.
8848 metros del Everest,
8852 kilómetros de la Gran Muralla China.
Asia es el mejor deportista de todos los tiempos.
Citius, Altius, Fortius,
más alto, más grande, más fuerte.
Asia es una ballena azul.
Asia no cabe en este poema.

Marwan. “La triste historia de tu cuerpo sobre el mío"
Ed. Origami




 El día 23 de febrero en la Librería Jaume de Montsó de Palma, celebramos una vez más, y ya son 17 años, EL ÚLTIMO JUEVES, participamos los de siempre, Antonio Rigo, Luis Ansorena Teresa Sureda Karin Hess, Carmina Fermoselle, Salvador Bonet, Tomeu Ripoll, Cristina Rotger, Charo Leyva, Biel Vila
y Jorge Espina. Teníamos como Invitados especiales a Pedro Andreu y Marwan. 


Fue una noche mágica, unas cien personas disfrutando con la poesía, el humor y la música. Aquí os he colgado un poema de  Marwan y dos vídeos que he encontrado en youtube donde canta  canciones que nos ofreció en el Último Jueves. Dentro de dos días colgaré un poema "enorme" de Pedro Andreu

miércoles, 22 de febrero de 2012

ANTONIO ORIHUELA - DAVID CONTRA GLOBAL



DAVID CONTRA GLOBAL


Tienen todas las bombas,
todos los tanques,
todas las pistolas,
todas las porras,
pero es a nosotros a quienes llaman radicales.


Tienen todas las multinacionales,
todos los bancos,
toda las pasta,
todos los políticos,
todas las universidades,
y sin embargo 
es a nosotros a quienes llaman radicales.


Tienen a todas las radios,
todas las televisiones,
todas las imágenes,
todas las informaciones,
todos los periódicos,
todas las voluntades,


y


sin embargo


para ellos


nosotros somos los radicales.


Tienen una mentira que dice que todo es verdad
y aún dicen que somos nosotros
los que estamos de más,
los radicales.

Antonio Orihuela. Piedra, corazón del mundo. Germanía

lunes, 20 de febrero de 2012

GIL DE BIEDMA



RESOLUCIÓN


Resolución de ser feliz
por encima de todo, contra todos
y contra mí, de nuevo
-por encima de todo, ser feliz-
vuelvo a tomar esa resolución.


Pero más que el propósito de enmienda
dura el dolor del corazón.




DE VITA BEATA


En un viejo país ineficiente,
algo así como España entre dos guerras
civiles, en un pueblo junto al mar,
poseer una casa y poca hacienda
y memoria ninguna. No leer,
no sufrir, no escribir, no pagar cuentas,
y vivir como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia.


JAIME GIL DE BIEDMA
Las personas del verbo. Lumen

sábado, 18 de febrero de 2012

MARTA TIKKANEN



A MÍ ME FUE FÁCIL
al principio
bastaba con amar
Era bien fácil
amar
cuando una siempre había estado rodeada
de amor
y cuando había aprendido muy temprano
que el amor era lo más grande
y lo más alegre
y lo mejor que había

Mientras hubo amor
todo fue bien
Pero luego se convirtió en odio
y el odio estaba prohibido
cuando yo era pequeña

¿Cómo proceder
con un odio
que no puede existir?

No se dicen palabras feas
No se blasfema
No se pega
No se grita
No se dan portazos, desde luego
No se deja traslucir nada en la cara
No se tira ninguna cosa
naturalmente

Hay que tratar de ser verdaderamente amable
cuando se odia

Hay que tragarse el odio
comérselo
no manifestarlo
no admitir nunca su existencia

A mí no me fue fácil
odiar
pero lo fatal fue
no hacerlo.


Marta Tikkanen (Finlandia, 1935)