...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.
Mostrando entradas con la etiqueta TOMAS TRANSTRÖMER. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta TOMAS TRANSTRÖMER. Mostrar todas las entradas

sábado, 12 de mayo de 2018

TOMAS TRANSTRÖMER - TORMENTA


I

PRELUDIUM

Despertar es un salto en paracaídas del sueño.
Libre del agobiante torbellino, se hunde
el viajero hacia la zona verde de la mañana.
Las cosas se encienden. Él percibe –en la vibrante
postura de la alondra– las oscilantes lámparas subterráneas
del poderoso sistema de raíces de los árboles. Pero a flor de tierra
–en abundancia tropical– está el verdor
con los brazos al aire, en escucha
del ritmo de una bomba invisible. Y él
se hunde hacia el verano, se descuelga por
el cráter cegador, hacia abajo
a través de grietas de edades verde-húmedas
palpitantes bajo la turbina del sol. Así es detenido
este viaje vertical por el instante y las alas se ensanchan
hasta ser la quietud del gavilán sobre aguas torrenciales.
Tonos desamparados
de las trompetas de la Edad de Bronce
cuelgan sobre el abismo.

En las primeras horas del día, la conciencia puede abarcar el mundo
como la mano oprime una piedra entibiada por el sol.
El viajero está bajo el árbol. ¿Se extenderá,
después de la caída por el torbellino de la muerte,
una gran luz sobre su cabeza?

II
ARCHIPIÉLAGO OTOÑAL

Tormenta

De pronto, el caminante encuentra aquí el viejo,
enorme roble, como un alce petrificado con su interminable 
cornamenta, frente a la fortaleza verdinegra
del mar de septiembre.

Tormenta nórdica. Es el tiempo en que
los racimos de serbas maduran. Despierto en la oscuridad,
oigo a las constelaciones piafar en sus establos,
en las alturas, sobre los árboles.

*****

Tomas Tranströmer
17 Poemas


jueves, 6 de octubre de 2011

TOMAS TRANSTRÖMER NUEVO NOBEL DE LITERATURA. 2 POEMAS



BÁLTICOS


II


El viento sopla en el pinar. Un susurro pesado y ligero.
El Báltico susurra también en medio de la isla, en lo más profundo del
bosque uno se encuentra en alta mar.
La vieja odiaba el susurro de los árboles. 
La melancolía petrificaba su rostro cuando se levantaba el aire:
"Hay que pensar en los que están en alta mar."
Pero ella oía también otra cosa en el susurro, igual que yo, somos parientes.
(Vamos paseando juntos. Ella murió hace treinta años.)
Susurra sí y no, acuerdos y malentendidos.
Susurra tres hijos sanos, uno en el sanatorio y dos muertos.
La poderosa corriente que infunde vida en algunas llamas y 
apaga otras. Las circunstancias.
Susurra: Sálvame Dios mío, las aguas se me están metiendo en la vida.
Uno sigue andando un buen rato y escucha y llega entonces a un punto
donde las fronteras se abren
o más bien
donde todo se convierte en frontera. Un lugar abierto hundido en las tinieblas.
Las gentes salen en tropel de los edificios débilmente iluminados que lo rodean.
Murmullos.


Una nueva ráfaga de viento y el lugar vuelve a quedar desierto y silencioso.
Una nueva ráfaga de viento, trae un murmullo de otras costas.
Nos habla de guerra.
Nos habla de lugares donde los ciudadanos están sometidos a control,
donde las ideas se construyen con salidas de emergencia,
donde una conversación entre amigos se convierte realmente en una prueba de 
lo que significa la amistad.
Y cuando uno está en compañía de gentes que no conoce demasiado
bien. Control. No estaría de más una cierta sinceridad
pero entonces es indispensable no perder de vista eso que flota por el
borde de la conversación: algo oscuro, una mancha oscura.
Algo que se puede colar de rondón
y destruir todo. ¡No lo pierdas de vista!
¿Con qué podríamos comprarlo? ¿Una mina?
No, sería demasiado concreto. Y quizá demasiado pacífico –porque
en nuestras costas casi todas las historias de minas acaban bien, 
el terror limitado en el tiempo. (...)


Traducción de Francisco J. Uriz Poesía Sueca contemporánea. Litoral.


Nació en 1931 en Estocolmo, se licenció en Filosofía y Letras. Colaborador de la revista Upptakt.
Su primer poemario (17 poemas, 1954), fue una sensación literaria que colocó al autor en un lugar privilegiado entre los poetas de su generación. Su libro (Bálticos) al que pertenece este poema, es una poética descripción de las diferentes vidas y destinos humanos en torno a las riberas de  ese mar tantas veces cruzado por el abuelo del autor. Tranströmer ha trabajado como psicólogo dedicado a la rehabilitación de  delincuentes juveniles y al readaptación de minusválidos. Tranströmer es el séptimo escritor sueco que gana el premio Nobel.


ALLEGRO



Toco Haydn después de un día negro

y siento un sencillo calor en las manos.
Las teclas quieren. Golpean suaves martillos.
El tono es verde, vivaz y calmo.
El tono dice que hay libertad
y que alguien no paga impuesto al César.
Meto las manos en mis bolsillos Haydn
y finjo ser alguien que ve tranquilamente el mundo.
Izo la bandera Haydn -significa.
"No nos rendimos. Pero queremos paz".
La música es una casa de cristal en la ladera 
donde vuelan las piedras, 
donde las piedras ruedan.
Y ruedan las piedras y la atraviesan
pero cada ventana queda intacta.

Del libro El cielo a medio hacer (1962), incluido en la antología Deshielo a mediodía(Editorial Nórdica).
Traducción de Roberto Mascaró.