...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.

miércoles, 31 de diciembre de 2014

FRANCISCO J. PICÓN - CAMINOS DE IDA Y VUELTA



CAMINOS DE IDA Y VUELTA

Existen caminos
con destino incierto
que conducen
hacia un mañana
impredecible

hay caminos
con arcenes
y censuras

hay caminos 
sin final,
sin principio,
sin ahora
sin pasado

y hay caminos 
de regreso,
colmados de experiencia
y rugosidades,
caminos
de aprendizaje 
tardío,
caminos
de arrepentimientos 
y destierros

mientras 
exista un camino
hacia algún lugar
no te estanques...
la vida es transitar
sin descansos
perennes,
sin demoras
ni apremios,

la vida 
es un camino
perpetuo,
un sinfín
de relámpagos
inaudibles

siempre
existe un camino,
no lo cruces
al azar.


Francisco J. Picón
Un poema una voz, una voz un poema
Olifante

viernes, 19 de diciembre de 2014

FERMÍN HERRERO - TEMPERO



ALMENDROS EN LA NIEBLA

Entre la escarcha y la niebla, al amanecer
no se sabe qué almendro está 
florecido y cuál no. Mediados 
de febrero, la helada es gorda. La luz
afuera, siempre afuera, sin saber
de dónde. El mundo así, detrás de algo
que no distingue. Al menos yo. La luz
afuera, siempre ambigua, venga de donde
venga. Y una certeza: a fin de cuentas
la helada matará la flor, su inconsistencia.

******

DESCARGO

No es lo mismo haber vuelto que no haberse
ido pues no hay quebranto sin huella y sólo
cuando te cansan los caminos escuchas bien
tus pasos. Un puñado de cenizas, llaga 
sería esta luz sin haber conocido
el vano, las fronteras, hasta quedarse
sin aliento. Has volcado tu vida para 
temer un poco menos a la muerte, debes 
saber que antes de echar raíces hubiste
de andar a tientas, hacia donde no estabas.

******

LA MADRE

Es mi madre. Me está mirando con temor
por algo que no le entra en la cabeza, aquel 
querer y no poder, aquel echar por tierra
lo del día anterior -ya no me acuerdo
apenas, tan pendiente estaba entonces
de una llamada o de una carta-. Ni dar
ni recibir ahora, sólo esperar, aprender
lo cálido a cubierto, ver la alegría
sin tenerla, quedarse en la mudez. Cómo
comprendo al fin sus ojos, su precaución de pobre.

******

EL VALOR AÑADIDO

Los árboles aguardan, siempre esperan
lo irreparable en la memoria de los muertos
y el azar en el ímpetu de los vivos. más 
tierra sobre tierra. Como si no supieran 
siempre aguardan, mirando sin mirar
su vista se hace lenta y espaciada, capaz
de percibir lo más lejos posible, allá
donde no pueden sostenerse, desnudos
de impotencia. Por eso los plantamos, así
podrá sobrevivir nuestra ceguera un tiempo.

******

AMARTE COMO NUNCA

Hemos venido, estamos. Nada más, nada
menos. Hemos subido a la sierra, me miras
mientras sonríes, descansamos. Cuánto
tiempo, Dios mío, cuánto tiempo juntos
y hasta ahora felices, al menos, dentro
de lo que cabe. Y lo hecho, hecho
está. Es cierto que vamos para viejos
y que han sido pequeñas nuestras vidas, siempre
tan sosas, siempre tan pequeñas. Que en tus brazos
no se me caiga el mundo encima, que no me faltes.

******

EL AZAR Y EL PÁNICO

Menudo guirigay, los gorriones se vuelven locos
con las primeras gotas, se agitan en el olmo
del jardín. Qué revuelo. Atardece. Una tormenta
de verano. El escándalo diario al acostarse
aún más bullicioso, como si sacudiesen 
las hojas. El chubasco silenció su ajetreo
un rato, pero, al despertarse, la excitación
se ha redoblado. Hasta que de repente he visto
una sombra en picado -quién sabe si cernícalo
o si halcón- y un chillido. Y de nuevo el silencio.

******

Fermín Herrero
Tempero
Poesía Hiperión

martes, 16 de diciembre de 2014

LUIS ALBERTO DE CUENCA - EL DESAYUNO



EL DESAYUNO

Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre y
llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más, cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
"Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno".


Luis Alberto de Cuenca
Un poema una voz, una voz un poema
Olifante

sábado, 13 de diciembre de 2014

RAMÓN BUENAVENTURA - LOS PAPELES DEL TIEMPO


ENVEJECIDO

Porque no soy un árbol
ando enojado ¿sabes?

Porque no soy un árbol, en mi tronco
nadie ha grabado nunca un corazón
persistente,
ni ninguna inicial que resulte legible
al cabo de los años.

Porque no soy un árbol, los vientos me sorprenden
en cualquier dirección,
desorientado siempre,
incapaz de defensa: insostenible.

Porque no soy un árbol, los bosques me rechazan
y un brazo en la cintura
jamás será bastante compañía.

Porque no soy un árbol
ando enojado ¿sabes?,
soy un hombre

*****

EMPACHO

No, por favor, no me marréis más veces,
con esmero y rencor,
vuestras historias tiernas y sangrientas:
tengo un oído lleno de babosas
y el otro de alambradas.
En medio un polvorín de cartuchos vacíos.

Sé que fuisteis tan bravos como atroces,
y que sufristeis mucho.
He contado los muertos en todos vuestros libros.
He aprendido los himnos y los retos.
Me consta que tendré que vivir vuestro tiempo
hasta el final.

Pero no más trompetas, por favor, no más;
no más sangre en el aire.
Dejadme respirar sin tragar sangre.


Ramón Buenaventura
Los papeles del tiempo
Hiperión

jueves, 4 de diciembre de 2014

ÁNGEL GUINDA - CAJAS



CAJAS

Lo diría una indígena y tendría razón.
"Ustedes tienen la vida organizada en cajas.
Nacen y les depositan en una cajita,
su casa es una caja, y las habitaciones
son cajas más pequeñas.
Suben a la casa en una caja.
Bajan a la calle en una caja.
Viajan en una caja.
Duermen y hacen el amor sobre una caja.
A través de una caja ven el mundo.
Cambian de casa: lo meten en cajas.
Los Bancos y las Cajas hacen caja.
Y cuando mueren
los introducen también en una caja."
Todo está hecho para que encajemos.
Nos encajan la vida.
Algunos no encajamos, y nos desencajamos.


ÁNGEL GUINDA
Un poema una voz, una voz un poema
Olifante