...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.

lunes, 27 de enero de 2014

JAVIER CÁNAVES - MOMENTOS ESTELARES. TRES POEMAS



REFUGIO

I

Tu cuerpo es un refugio. Caen bombas
afuera, llueven grillos, ríen todas
las brujas de los cuentos infantiles,
pero yo estoy a salvo. Abro el vino
y pongo esa canción que te entristece
las pestañas. Un saxo acariciado
de manera sutil: el paraíso.
Afuera hay una guerra. Que se maten.

II

Hay una dignidad oscura en esta 
decadencia calmada, en este ejemplo
elevado de civilización
consiste en mirar, entre curioso
y distraído, cómo se derrumban
los ideales en que alguna vez
creíste, cómo ceden las defensas
frente al empuje de los bárbaros,
el modo en que las cosas se acomodan
a su insignificancia. Nada importa
más que tu cuerpo en esta habitación.
Vuelve a la cama, olvida lo de afuera.
Reforcé puertas y ventanas, nadie
va a molestarnos. Cuando nos encuentren,
seremos un vestigio de la forma
más distinguida de habitar el mundo.
Dirán que fuimos santos o lunáticos.
Y estarán en lo cierto, no lo dudes.

                 *****

EL DON DE LA TRISTEZA

                                                    La tristeza es un don, como la 
                                                    embriaguez, la fe, la existencia
                                                    y como todo cuanto es grande,
                                                    doloroso e irresistible. El don de
                                                    la tristeza... 

                                                                                   E. M. Cioran

El latido que media
entre decir o no decir te quiero.
Los nexos invisibles que nos atan
a una forma de olvido, a unas piernas,
al nombre que se inscribe en una lápida.
Se amontonan facturas, planos enmohecidos
de ciudades deshechas,
fetiches que nos miran
con la tristeza mansa de saber que son humo,
las víctimas perfectas
de nuestra rendición o desconcierto.

El latido que media
entre el que salta y el que no, la vida
que estalla en las burbujas
del agua que calientas para el té de las cinco.
El modo en que la luz dibuja puentes,
detonaciones sordas,
el caligrama absurdo de todos estos años.

Es tentador pensar que no sirvió de nada, 
pero está la tristeza,
su extraño don,
esta manera imbécil de amar el mundo, todo
lo que sabes inútil
y no quieres perder
y perderás.

La tristeza que todo amor precisa
para ser de verdad y para siempre.                 

               *****

HERMOSOS Y MALDITOS

Aquel sol casi nos hace trizas.

Aullaban los monos y los pájaros,
un ejército de insectos gigantes e irascibles,
el mundo entero vociferaba en un idioma primitivo y olvidado
cuando abriste la boca
y me miraste
como si de pronto el futuro
no tuviese secretos para ti.

Éramos los primeros 
o lo últimos seres humanos 
que habitaban la Tierra
y tú querías saber
si mordería la manzana.

Aquel calor nos destrozaba los nervios,
nos colocaba al borde de la misma locura
o lucidez.

Busqué una sombra
y rehuí tus ojos.
Tenía miedo
de la cruel pitonisa
en que te habías convertido.

No está lejos el tiempo en que ya no me querrás, 
dijiste.

Dijiste: te encerrarás en tu habitación y escribirás un poema
que hablará de este día, un poema largo y defectuoso,
y yo andaré  con otro
y tú con otra y dudaré
y dudarás si fue real este momento,
este calor intolerable,
estas palabras que ahora escupo.

Llegaremos a odiarnos y será entonces cuando estemos
más cerca del Amor,
dijiste.

Dijiste: habrá pureza y violencia y por un instante
seremos como ángeles caídos
incapaces de recordar
el cielo del que fueron expulsados.

La caída, dijiste, como única certeza golpeándonos
en las noches más fieras,
éste será nuestro destino
hasta que lo olvidemos
o sea él el que se olvide de nosotros.

Entonces ya podremos
comprarnos otro. Siempre hay
destinos en oferta.
Con cuatro arreglos y una mano
de pintura
                  parecen como nuevos.

Esto no sé si lo dijiste, la verdad.

Tampoco puedo recordar
si aquella noche en San Miguel
de las Casas, hicimos el amor.

Tal vez soñara tus palabras,
aquel viaje fugaz
en que fuimos hermosos y malditos
pero con menos presupuesto.

A su manera extraña, todo fue necesario.

Ahora escribo el poema
y tú sigues aquí.


Javier Cánaves
Momentos estelares
Baile del sol ediciones.

jueves, 23 de enero de 2014

BEGOÑA ABAD - COMO APRENDER A VOLAR - I



Si me hubieran leído poemas 
desde niña...
nunca habría dejado de ser niña...

          ****        

Un día te hiciste mayor. 
Lo supe porque dejaste de venir 
a acurrucarte a mi lado
los domingos por la mañana.
Dejaste de buscar el calor
de mi costado
y mi mano distraída
haciéndote dibujos en el pelo.
Dejaste de pedir que te contara 
cómo eras de pequeño
y cómo era yo y cómo tu abuelo
y apareciste, sabio ya.
Todo lo sabías en esa mañana triste.
Me costó acostumbrarme
a verte aparecer en la cocina
con el ceño fruncido, silencioso.
Tuve que aprender a quererte de nuevo,
también así, distante y gris.
Aprender que sólo era un baile de disfraces
en el que me tocaba adivinar
de qué ibas vestido,
pero sabiendo que siempre
detrás estabas tú,
igual que tú esperabas
que yo estuviera siempre
esperando sin disfraz.
         
          *****

Mi abuelo no salió de su pueblo.
El pueblo tenía cuatro casas,
cuatro calles, cuatro caminos,
cuatro vecinos, cuatro perros.
No había en él ni obispos, ni ministros,
ni putas, ni altos cargos,
no había empresas, ni banca, ni iglesia
          había.
En realidad no salió nunca de su molino.
Ya es casualidad que por aquel lugar,
remoto y olvidado,
acertara a pasar la vida.
Mi abuelo hablaba poco, pero sabía mucho,
todo lo aprendió mirando la muela
que, implacable, con el mismo eterno
          movimiento,
machacaba siempre el grano, hasta hacerlo
          polvo.


          *****

Qué haremos los que nunca
saldremos en portadas de lujo,
los que gastamos sólo calderilla
y los que no atamos los versos
en líricas reales octavillas.
Los que no compramos más obra 
que la del pintor sin corte
y los que leemos la prensa gratuita.
Los que nunca fuimos a París,
ni sabemos lo que es volar en business
porque somos turistas de bajo coste.

Qué haremos los que nunca tendremos
una foto con el rey o el ministro
los que no conoce ni cristo
porque trabajamos a turnos
o a destajo, en la obra de vivir
sin esperar más lujo
que hacerlo a pierna suelta.

Qué haremos los que creemos 
que vivir es posible sin explotar a nadie
y que no hay más ganancia
que la de reconocernos siempre
cuando miremos al otro.

Qué haremos los que nunca
justificamos la guerra
aunque pongan banderas
en nuestro territorio.

Qué haremos los idiotas
que aún tenemos fe
en la naturaleza humana
contra los tiburones y las alimañas
que habitan la tierra
y los que abrimos puertas
en cada esquina
y dejamos la ventana abierta
como en noche de reyes,
cada día del año, sin zapatos, sin carta,
sólo por el placer de la espera.



BEGOÑA ABAD
Cómo aprender a volar
Olifante Ediciones (Papeles de trasmoz)

miércoles, 15 de enero de 2014

SU TUNG P'O - CUANTO MÁS FLOJO ES EL VINO. POESÍA CHINA


"El vino más flojo es mejor que agua caliente.
Mejor es ir andrajosos que desnudo
Una mujer fea y una concubina quisquillosa
son mejor que una casa vacía."

Cuanto más flojo es el vino, más fácil
resulta beber dos copas. Cuanto
más fina es la tela, más fácil resulta
llevarla doble. fealdad y belleza
son opuestos, pero, cuando estás bebido,
Una vale tanto como la otra. Con
los años las esposas feas y las concubinas
quisquillosas cada vez se parecen 
más. Si quieres cumplir tus fines, vive 
en el anonimato. Sigue el consejo
de tu sentido común. Aléjate de la Cámara
Imperial de Audiencias, del Salón
Florido Oriental, del polvo de los tiempos
y del viento del Paso Septentrional.
Cien años con mucho tiempo, pero al final
llegan a transcurrir. Entretanto, no
es un mayor logro ser un cadáver rico o pobre.
Para conservar los cadáveres de los 
muertos ilustres, se les colocan en la boca
joyas de jade o perla. De nada les
sirven, pero, al cabo de mil años, caen en
manos de ladrones de sus tumbas.
En cambio, la literatura lleva aparejada su
propia recompensa. Por fortuna,
los necios no le prestan gran atención.
La posibilidad de un chanchullo
los hace enrojecer de alegría. Los
hombres buenos son sus propios 
enemigos. El vino es el mejor premio 
al  mérito. En todo el mundo,
El bien y el mal, la alegría y la pena
tan sólo son aspectos del Vacío.

Su Tung P'o  (China 1036-1101)

domingo, 12 de enero de 2014

E. E. CUMMINGS - YA QUE EL SENTIDO ESTÁ PRIMERO




ya que el sentimiento está primero
quien le presta atención
a la sintaxis de las cosas
nunca va a besarla de verdad;

ser enteramente un tonto
mientras la Primavera está en el mundo

mi corazón lo aprueba
y los besos son un mejor destino
que la sabiduría
señora, se lo juro por todas la flores. No llore
-el mejor gesto de mi cerebro es menos que
la agitación de sus pestañas al decir

que somos uno para el otro: entonces
ría recostándose en mi brazos
ya que la vida no es un párrafo

Y la muerte creo que no es un paréntesis


Versión de Tom Maver

 ºººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº 

since feeling is first

since feeling is first
who pays any attention
to the syntax of things
will never wholly kiss you;

wholly to be a fool
while Spring is in the world

my blood approves,
and kisses are a better fate
than wisdom
lady i swear by all flowers. Don't cry
—the best gesture of my brain is less than
your eyelids' flutter which says

we are for each other: then
laugh, leaning back in my arms
for life's not a paragraph

And death i think is no parenthesis


from Complete Poems 1904 – 1962LiverightNew York, 1994.

lunes, 6 de enero de 2014

JOSÉ CORREDOR-MATHEOS - CARTA A LI PO


Escribir un poema
que nada signifique.
Salir a la terraza,
respirar en la noche,
no esperar que alguien vuelva,
no desear ya nada.
Abrir sólo las manos
y que de entre los dedos
alcen el vuelo, mudas,
asombradas palabras.

                *****

Has vuelto de la Luna
con las manos repletas,
con las manos vacías.
De regreso a tu casa
has contemplado el cielo
como si fuese tuyo.
Lo que alcanzan tus ojos
brilla más en la noche
que a plena luz del día.
Has vuelto de la Luna
con las manos repletas,
con las manos cortadas.

                *****

Me recuesto en la orilla.
Sin darme cuenta trazo
sobre la arena húmeda
signos que no conozco:
viene el agua y los borra.
Cruza una barca sola,
con músicas y risas.
Absorto ante las aguas
olvido mis preguntas.
Yo soy árbol, montaña.
Yo soy río, y olvido.

               *****

Es un fardo pesado.
En cuanto llegue al río
lo arrojaré a las aguas
que, sin quererlo, pasan.
De pie en alguna piedra
contemplaré los círculos,
hasta olvidarlo todo,
hasta olvidar el olvido.
Después dará lo mismo
quedarme allí sentado
que volver a mi casa
y atender mis asuntos.
He llegado a la orilla,
con mi pesada carga.
Está seco aún el cauce.
Pero yo soy el río.

José Corredor-Matheos
Carta a Li Po

viernes, 3 de enero de 2014

JOAN MARGARIT - MISTERIOSAMENTE FELIZ



JOAN MARGARIT


Hi ha boira i és de nit. Des de l’insomni veig
tota la fosca que m’està esperant
posada com una au damunt el que he perdut.
He obert la finestra. Es dissipa la boira.
No podria oblidar tot el que et dec:
l’últim sentit de la paraula amor.
Brutal de tan exacte, el cel de nit.


Hay niebla y es de noche. Desde el insomnio veo
toda la oscuridad que está esperándome
posada como un ave sobre lo que perdí.
He abierto la ventana. Se disipa la niebla.
No podría olvidar todo lo que te debo:
el último sentido de la palabra amor.
Brutal de tan exacto, el cielo de la noche.

                        *****


La tanca fa el jardí.
El ferro novellat
i les heures del mur.
Col-leccions de flors
sempre dient-me adéu
mogudes per la brisa.
La tanca fa el jardí.
No sortiu, us demano:
n’hi ha prou que se’n vagin
els ocells i la lluna.
I ella, que no ha tornat.
La tanca fa el jardí.
Comprenc que són els morts
els que donen sentit
a aquesta soledat.
I que quan surt el sol
cada dia dispara
una bala perduda.
La tanca fa el jardí.
No qualsevol: la tanca
que, protegint les roses,
em protegeix a mi.



La cerca hace al jardín.
Los herrumbrosos hierros
y las hiedras del muro.
Colecciones de flores
que me dicen adiós
movidas por la brisa.
La cerca hace al jardín.
No salgáis, os lo pido:
basta con que se vayan
los pájaros, la luna.
Y ella, que no ha vuelto.
La cerca hace al jardín.
Comprendo que los muertos
son quiénes dan sentido
a esta soledad.
Y que cuando amanece
cada día dispara
una bala perdida.
La cerca hace al jardín.
No cualquiera: la cerca
que, al proteger las rosas
me ha protegido a mí.

            *****


RESTAURAR

L’abadia de pedra sota el sol
d’un migdia d’estiu.
Els visitants en grups respectuosos
exploren els espais enormes i perduts,
ara reconstruïts i ben il-luminats.
Però és un cadàver.
Només va haber-hi vida quan la fosca
lliscaba per les voltes cap als murs.
Monjos encaputxats ja convertits
en terra roja sota alguna vinya,
bastien unes altres estructures
dins de la seva ment, ho feien amb el luxe
d’una idea de Déu ja desapareguda.

Restaurar significa embalsamar
un cadàver de pedra amb nits d’agost,
estiuejants, concerts, pantalons blancs
i focus que il-luminen amb llum rasant els murs.
Sóc vell i no vull ser reconstruït.
Conec la meva fosca, les torxes i les brases:
no hi ha més claredat que la del propi foc.
Encaputxats, els monjos ho sabien.


RESTAURAR

La abadía de piedra se levanta
bajo el sol de un mediodía de verano.
Visitantes en grupos respetuosos
exploran los espacios enormes y perdidos,
reconstruidos y bien iluminados.
Pero es un cadáver. Aquí sólo hubo vida
cuando la oscuridad, desde las bóvedas,
se iba deslizando hacia los muros.
Monjes encapuchados convertidos
en tierra roja bajo algún viñedo,
alzaban otras estructuras
en su mente, lo hacían con el lujo
de una idea de Dios ya desaparecida.

Restaurar significa embalsamar
un cadáver de piedra con las noches de agosto,
veraneantes, pantalones blancos,
focos iluminando muros con luz rasante.
Soy viejo y no deseo que se me reconstruya.
Conozco bien mi oscuridad,
las brasas, las antorchas:
no hay otra claridad que la del propio fuego.
Monjes encapuchados lo sabían.


Joan Margarit
Misteriosamente feliz
Visor de poesía

miércoles, 1 de enero de 2014

EDUARDO JORDÁ - MIRLO



MIRLO

Conocemos su canto en la mañana,
temprano, muy temprano,
cuando nos reconforta oírlo, alegre,
bajo la lluvia desvelada.

Pero nada sabemos de sus hábitos
de pájaro agresor que coloniza
territorios ajenos,
y que destruye nidos, y que roba
los huevos más pequeños
y que hace desdichados
a otros pájaros menos testarudos.

De su vida secreta, no sabemos
nada; o mejor dicho,
preferimos creer que no sabemos.

Nos basta con su canto,
su canto desvelado que nos mece.

Pero otros muchos pájaros, más débiles,
o quizá más modestos,
pagan por ese canto con sus vidas.


Eduardo Jordá
Tulipanes rojos
Visor