...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.

sábado, 26 de febrero de 2011

GSÚS BONILLA - LA FLEMA (UN POEMA EN DECONSTRUCCIÓN)


LA FLEMA

Todo empieza con una tos perruna, asquerosa y rítmica. durante la noche, el niño se despierta jadeando; el problema es: respirar. escupe. la saliva humedece a todas las estrellas. infinito por infinito, igual a todo. en el esputo alguien justifica una dictadura. en el esputo alguien jalea la lucha armada. en el esputo alguien financia la lucha armada, emborrona la palabra sueño y enaltece con halagos y abalorios las sílabas que componen el... SI-LEN-CI...o: alguien guerra. otro alguien ha dejado de mirar a los ojos de sus víctimas. me cago en tus muertos -se le antoja a uno-. y yo en tu puta calavera -le contesta su adversario- este es mi argumento. en el esputo, alguien está cargado de razón. sobre la mesa un fusil munición, los huesos, un tiro en la nuca... la pólvora y el color que adquirieron las entrañas. alguien llanto. en el esputo, la loca idea de besar tus labios, comerte el coño... acariciar tu piel. en el esputo alguien ha degollado a su mujer y escribe con sangre en las yemas de los dedos sobre la pared impoluta. "te quiero, alguien". alguien ha dejado de llorar. alguien ha mirado hacia atrás porque el volumen del televisor estaba demasiado alto, y otro alguien dentro del televisor gritaba más fuerte que la mujer de alguien desangrada. alguien estamos ciegos. alguien qué está pasando. hambre. en el esputo alguien no come, no vive, no crece, no mama. alguien madre está infectado. alguien cura. alguien cruz, reza. en el esputo alguien dice: pecado, y alguien igual -asevera- hijos. amor. paz. en el esputo alguien patera frío. alguien playa, helado. alguien fresa y alguien -otra vez- ciego. alguien dinero. produce. compra. en el esputo alguien vive demasiado bien como para ir limpiando las lágrimas a alguien uno, a alguien dos, a alguien tres... alguien etcétera. el corazón alguien no puede con el alma alguien. alguien flor, ¡mentira! Amanece, alguien niño acumula, en el esputo, una sensación inmensa de ahogo.

Gsús Bonilla  La flema (un poema en deconstrucción) Viscerales. Ediciones del viento. 

martes, 22 de febrero de 2011

VISCERALES EN PALMA DE MALLORCA VIERNES 25 DE FEBRERO


LA BIBLIOTECA DE BABEL Y EDICIONES DEL VIENTO PRESENTAN: 
VISCERALES

Antología dirigida por José Ángel Barrueco y Mario Crespo.

Diferentes estilos, diferentes tendencias, diferentes generaciones, diferentes autores, 
un único denominador común: la visceralidad sobre el papel.

Enrique Vila-Matas, Déborah Bukusic, Marcelo Luján, Marta Fdez,
Alberto Haj-Saleh, Safrika, Carlos Herrero, Tomás Sánchez, Carlos Salem, Gsús Bonilla, Lucia Fraga, Adriana Bañares, Vicente Muñoz, Javier Esteban, David Murders, Joaquín Piqueras, María Couceiro, Sonia Fides, Manuel Vilas, Jorge Espina, Brenda Ascoz, Rosana Popelka, David Refoyo, David González, Francesco Spinoglio, Patxi Irunzun, Iñaki Echarte, julio Valdeón, Alejandra Zina, Esteban Gutiérrez, Inma Luna, José Manuel Vara, 
Daniel Ruiz García, Ana Pérez Cañamares, Estelle Talavera Baudet, Kutxi Romero,
 Mario Crespo, Montero Glez, Karmelo C. Iribarren, Javier Das,
Alfonso Xen Rabanal, José Ángel Barrueco

Viernes 25 de febrero a las 20 horas
Librería La Biblioteca de Babel, C/Arabí 3 Palma de Mallorca

Participarán en la presentación: Antonio Rigo (moderador)
y los autores: Ana Pérez Cañamares y Jorge Espina.


lunes, 21 de febrero de 2011

VISCERALES EN MADRID - MARTES 22 DE FEBRERO


FNAC Y EDICIONES DEL VIENTO 
 PRESENTAN:
 VISCERALES

INTERVIENEN: MARIO CRESPO, JOSÉ ÁNGEL BARRUECO, EDUARDO RIESTRA

Y LOS AUTORES:
DÉBORAH BUKUSIC, CARLOS SALEM, ALBERTO HAJ-SALEH, 
ADRIANA BAÑARES, GSUS BONILLA, FRANCESCO SPINOGLIO, 
JULIO VALDEÓN BLANCO, SONIA FIDES
IÑAKI ECHARTE VIDARTE, ESTEBAN GUTIÉRREZ GÓMEZ,
ANA PÉREZ CAÑAMARES, ALFONSO XEN RABANAL, INMA LUNA,
MARTA FERNÁNDEZ LA BOHE, MARCELO LUJAN Y ROSANA POPELKA.


Martes 22 de febrero a las 18:30 horas 

Fnac - Preciados n° 28. Madrid
Os esperamos


viernes, 18 de febrero de 2011

SHARON OLDS - LOS MUERTOS Y LOS VIVOS



LA MUERTE DE MAILYN MONROE


Palparon los de la ambulancia el cuerpo,
frío, lo subieron, pesado como el hierro,
a la camilla, le intentaron cerrar 
la boca, le cerraron los ojos, ataron 
los brazos a los lados, apartaron un mechón
de pelo enredado, como si importara,
vieron la forma de sus pechos, aplastados por
la gravedad, bajo la sábana,
se la llevaron, como si se tratara de ella,
escaleras abajo.


Esos hombres nunca fueron los mismos. Salieron
después, igual que hacían siempre,
a tomar una copa o dos, pero no podían
mirarse a los ojos.
                           Dieron sus vidas 
un vuelco - uno sufría pesadillas, dolores
extraños, impotencia, depresión. A otro 
no le gustaba su trabajo, su mujer le parecía
diferente, sus hijos. Incluso la muerte
se le antojaba distinta -un lugar donde ella
le estaría esperando,


y el otro se encontró a sí mismo por la noche
en el umbral de la habitación del sueño, escuchando
a una mujer respirar, tan sólo una mujer 
normal
respirando.


                      ***


LAS VICTIMAS


Cuando mi madre se divorció de ti nos alegramos. Aguantó y 
aguantó, en silencio, todos esos años y entonces
te echó, de repente, y sus 
hijos lo aplaudieron. Luego te despidieron, y
nos reímos pícaramente, igual que la gente se sonreía cuando
el helicóptero de Nixon despegó de la Pradera
Sur por última vez. Sentimos un cosquilleo 
al pensar cómo te quitarían la oficina,
también a tus secretarias,
tus almuerzos con tres whiskys dobles,
los lápices, tus resmas de papel. ¿Recobrarían
también los trajes, aquellos esqueletos 
oscuros colgados en tu armario, y las puntas
negras de los zapatos con sus anchos poros?
Ella nos había enseñado a aceptarlo, a odiarte y aceptarlo
hasta que removimos su conciencia para 
aniquilarte, padre. Ahora me
cruzo con vagabundos en las puertas, cuerpos
como babosas blancas que resplandecen a través de los jirones de
sus trajes de légamo compacto, las aletas
inmundas de sus manos, el fuego sumergido
de sus ojos, barcos hundidos con sus
faroles encendidos, y me pregunto quién les aguantó y
aguantó en silencio hasta que lo habían 
cedido todo y nada les 
quedó ya sino esto.


                      ***


LAS FORMAS

Siempre tuve la sensación de que mi madre
moriría por nosotros, se lanzaría a un fuego
para sacarnos, el pelo incandescente como
un halo, se zambulliría en el agua, su cuerpo
blanco sucumbiendo y girando lentamente,
ese astronauta cuyo cable se corta
para
perderse
en la nada. Nos habría
protegido con su cuerpo, habría interpuesto
sus senos entre nuestro cuerpo y el cuchillo,
nos habría metido en el bolsillo del abrigo
lejos de las tormentas. En la tragedia, el animal
hembra habría muerto por nosotros,
pero en la vida tal y como era
tuvo que mirar
por ella.
Tuvo que hacer a los niños
lo que él dijera, tenía que
protegerse. En la guerra, habría
dado la vida por nosotros, te aseguro que sí,
y lo sé: soy una estudiosa de la guerra,
de hornos de gas, de asfixia, cuchillos,
de ahogamientos, quemaduras, todas las formas
en las que sufrí su amor.


Sharon Olds. Los muertos y los vivos. Bartleby EditoresTraducción de Juan José Almagro Iglesias y Carlos Jiménez Arribas



jueves, 17 de febrero de 2011

EL ÚLTIMO JUEVES - FEBRERO 2011 - ANA PÉREZ CAÑAMARES



EL ÚLTIMO JUEVES. CIRCULO DE BELLAS ARTES DE PALMA DE MALLORCA

El próximo 24 de febrero, a las 20 horas, en el Último Jueves, ANA PÉREZ CAÑAMARES nos invita a disfrutar de su poesía. Será en el Cuartel de Intendencia, C/ Socors 22 Palma de Mallorca. 

La poesía de Ana Pérez Cañamares es directa, sencilla y sincera, sin azúcar ni ornamentos. Mientras la mayoría nos movemos entre la percepción de lo que creemos ser y lo que de verdad somos; mientras pintamos las caretas  que llegamos a creer nuestro propio rostro y nos conformamos con la imagen amable que los demás nos ofrecen; Ana Pérez Cañamares mira detrás, utiliza la empatía y nos muestra su alfabeto de cicatrices. En sus ojos no hay lagrimas de compromiso. Con sus versos no busca el reconocimiento. Muerde las palabras si es necesario. No trata de vendernos enciclopedias. 
Ni los niños, ni Ana Pérez Cañamares se bastarán para salvar la primavera. Arranquemos también nosotros las cortinas. 

Tenemos la ocasión de arrancar las cortinas y abrir una vez más un telón, el del Último Jueves, 16 años de espectáculo poético, un país que me cambió la vida.
Contaremos con la presencia de Ana Pérez Cañamares, con la música de Dream On, con la batuta de Antonio Rigo, el humor de Salvador Bonet, la colaboración de Luis Ansorena, Tomeu Ripoll, Biel Vila, Carmina Fermoselle, Teresa Sureda, y  un servidor.
Jorge Espina.



Entonces ¿tú también me ves así?
¿Tú también me ves fuerte?
Porque le echo cayena a la comida,
porque bebo como un hombre
(un hombre que bebe mucho)
porque me he horadado el cuerpo
-y el cerebro-
porque he parido a cuatro patas
como una hembra en su guarida
porque okupé en Londres
porque he hablado en público
y he lavado y vestido a mi madre muerta
porque me he rapado el pelo
y lo he teñido de amarillo
porque he dormido sola en el monte
y he puesto a conversar
mi oscuridad con la oscuridad de fuera.
Así que tú también me ves fuerte.
Serás de los que te sorprendas
el día que me desplome;
insistirás en que nunca me viste
dar una señal de debilidad
o de abatimiento.
Te equivocarás como todos
y no podré culparte:
toda la vida llevo apoyándome
en esta fama de fuerte.
Sólo yo sé que la fama camina
sobre muletas podridas.

Ana Pérez Cañamares. La alambrada de mi boca. Ed Baile del sol



miércoles, 16 de febrero de 2011

SHARON OLDS - EL PADRE



Nadie antes describió con tanta claridad y exactitud a la muerte. Como ya dijo en su día Anton Chéjov: No corresponde al escritor encontrar la solución del problema, sino su planteamiento justo. Con una poesía no apta para pusilánimes, Sharon Olds consigue transformar  la muerte en algo sólido y palpable, una flema de ámbar que todos llevamos escondida en nuestros bolsillos. Leerás El Padre y sentirás que algo amarillo y pegajoso coloniza lentamente tu interior, comprenderás que siempre estuvo ahí. Dios es también un alcohólico de nariz roja que espera la muerte sentado en un sofá, con la bata abierta, expectorando el tiempo en un vaso de cristal. 
Sharon Olds es, Sharon Olds hace, Sharon Olds es el jugador que discute con su suerte. La diosa y el poeta; antes de  Olds, criatura imposible. 
Jorge Espina 

SU QUIETUD

El doctor dijo: "Usted me pidió que le dijera
cuando no se pudiera hacer nada más.
Se lo digo ahora."
Mi padre estaba sentado,
casi inmóvil, como siempre, sin mover los ojos.
Yo supuse que se enfurecería al saber que moriría,
que agitaría los brazos, que gritaría.
Pero se quedó sentado,
limpio con su pijama limpio,
delgado, como un santo.
El doctor dijo: "Podemos hacer algunas cosas
para darle tiempo, pero no lo podemos curar".
Mi padre le dio las gracias.
Y se quedó sentado, quieto, solo,
digno como un rey extranjero.
Me senté a su lado. Ese era mi padre:
siempre supo que era mortal. En cambio, yo temí
que tuvieran que amarrarlo. Había olvidado
que siempre se quedaba así, aguantando,
en silencio, el alcohol un modo de callar.
No lo había conocido: mi padre tenía dignidad.
Al final de su vida, su vida
empezó a despertar en mí.



                    ***


CARRERA


Llego al aeropuerto, corro al mostrador,
compro un pasaje y diez minutos después
cancelan el vuelo: los médicos dicen 
que mi padre no pasa de esta noche
y cancelan el vuelo. Un hombre 
de bigote me habla de un vuelo sin escala:
sale en siete minutos. ¿Ve ese ascensor?
Baje un piso, doble a la derecha,
coja el autobús amarillo, baje en el segundo terminal,
dice. Y yo, que carezco de toda orientación,
corro exactamente hacia donde debo, un pez
deslizándose contra la corriente del río,
hábilmente, como si supiera. Salto del autobús,
las maletas llenas de cualquier cosa
me sacuden de lado a lado
como si quisieran demostrar
que también yo sucumbo a las leyes de lo físico.
Y yo, que siempre voy al final de la fila,
corro hacia un hombre de flor blanca en el pecho,
y le digo, Ayúdeme. Mira mi pasaje, me mira a mí,
y dice: Doble a la izquierda, después a la derecha,
suba las escaleras mecánicas y, después, 
corra. Vuelo escalera arriba y ahí, al final, veo el pasillo,
respiro profundo, le digo Adiós a mi cuerpo,
adiós  a la comodidad y corro, corro
como si pudiera apostarlo todo,
gastar para siempre las piernas y el corazón que él me dio,
todo para tocarlo una vez más en esta vida.
He visto fotos de mujeres corriendo,
sus pertenencias atadas con bufandas
asidas a los puños. Bendigo
las piernas largas que él me dio y abandono mi corazón
a su único propósito: llegar a la Puerta 17.
Cerraban la del avión cuando llegué. 
Entonces, como quien no es demasiado rico,
me deslicé a través del ojo de la aguja
y recorrí el pasillo que me llevaba hacia mi padre. El avión
iba repleto, el cabello de los pasajeros brillaba,
una bruma de endorfinas doradas llenaba la cabina.
Lloré como lloran quienes entran al cielo,
con un alivio colosal. Despegamos
de un lado del continente
y no paramos hasta posarnos 
sobre la otra orilla. Entré a su habitación
y vi su pecho ascender despacio
y bajar de nuevo. Toda la noche
estuve mirándolo respirar.


           ***


MUERTE Y HOMICIDIO


Intentamos mantenerlo vivo, lo cortamos,
lo entubamos, lo  exprimimos, lo torturamos,
pero no vencimos,
la muerte lo tomó de nuestras manos, lo convirtió
en pura imitación de sí mismo.
Es el trabajo del homicida, te quita
la vista, el gusto, el tacto, el oído,
y pone en tu lugar esa cosa
igual a ti, incapaz de todo,
que todo lo soporta sin importarle nada,
como si no tuviera vergüenza,
como si al cuerpo no perteneciera
ningún honor. Cuando la muerte
se llevó a mi padre,
pensé en homicidios, entendí
que el asesino te obliga a irte
dejando atrás ese muñeco, réplica de ti,
como si fuera algo creado por él
hincado en las orillas,
moldeando la sumisión del barro.


SHARON OLDS. EL PADRE. BARTLEBY EDITORES.
TRADUCCIÓN DE MORI PONSOWY

martes, 15 de febrero de 2011

PEDRO CRENES CASTRO ENTREVISTA A JORGE ESPINA

Conversando en diferido con JORGE ESPINA

Pedro Crenes Castro/La biblioteca imaginaria

¿Cómo fue concebido Reverdecer?


Reverdecer está dividido en cuatro partes, digamos que Bierces y Poetas, están compuestos por poemas reflexivos, escritos desde la meditación y la distancia. Apología de la luz y Reverdecer, surgen de forma compulsiva, tratan de mostrar el sentimiento en el mismo instante en que nace. Lo que véis, es lo que hay.


¿Cómo llega Jorge Espina a la poesía?


En el comienzo de la adolescencia. Por una necesidad de evasión. Intentado crear una realidad habitable.


 


¿Cómo es el proceso creativo de un poema para ti?


Nunca busco el poema, tan solo me limito a escribir al dictado de una voz interior, por supuesto, después viene la labor de poda y corrección.


La sección “Poetas” ¿cómo nace? ¿Cómo eres capaz de trazar una vida o un aspecto de ella en un poema brevísimo?


Los poemas de Newton, Galileo, Servet y Nelson, surgen a partir de sus frases o pensamientos. Con Príamo, Torquemada, Gauguin, Picasso y Rodríguez de la Fuente soy yo quien pone en sus labios palabras que creo podrían haber dicho y que en cualquier caso poetizan mi percepción subjetiva de la vida.


¿Qué lugar ocupa en tu que hacer literario los talleres de escritura y cual es para ti su utilidad?


Durante muchos años participé en talleres de poesía y narrativa. Ahora imparto un taller de creación literaria en la Biblioteca Can Sales en Palma de Mallorca. Lo único indispensable para el escritor es la empatía, la capacidad de ver desde otros ojos, desde un ángulo diferente, desenfocando, pero incluso esto se puede educar.


Aquellas personas que dudan de la eficacia de los talleres literarios, suelen ser escritores que no aceptan muy bien las críticas y se creen conocedores de todos los secretos literarios. Están equivocados, al margen de que algunos sean grandes escritores, todos podemos aprender algo de los demás.


Evaluación de las sombras es el revés de  apología de la luz, son lados de la misma moneda ¿qué opinas de esta posibilidad?


Luz y sombras dependen de cómo nos posicionemos: Días llenos de mar. Días como hojas de olivo, o tierra de camposanto. He aprendido que  cuando lanzas la moneda ya has decidido cómo quieres que caiga, el resultado no es importante.


¿Qué lugar ocupa la infancia en tu creación literaria?


Nunca me he alejado de ella, es la época que más me ha marcado, el paraiso y el infierno. Trato de conservar la mirada de aquel niño.


Cuando lees “Reverdecer” terminas con una sensación de nuevo comienzo que hace alusión al título del poemario ¿que significó para Jorge Espina “Reverdecer” en lo personal?


El título refleja mi deseo de reinventarme, de comenzar otra vez desde el principio. Hoy soy un hombre que reverdece autoexiliado en una isla rodeada de luz.


 


“Insomnio” es mi poema preferido, el que más me ha llegado entre otros, los hijos marcan al poeta ¿es tu caso?


Por supuesto. En “Insomnio” se esconde una derrota, una pérdida. Como dice W. C. Moens en el prólogo refiriéndose a apología de la luz: juego con la percepción del lector. Existe una pérdida, pero no es necesariamente la que el autor muestra.


Recomiéndanos dos poemarios.


Mejor cinco autores. Por diferentes razones: Ángel González, Ana Pérez Cañamares, Antonio Rigo, Antonio Orihuela y David González. 



Título: Reverdecer
 Autor: Jorge Espina
Editorial: Baile del Sol
Págs: 102
Precio: 10 €

La poesía de Jorge Espina (Oviedo, 1966) es libre. Tensa, irónica, justiciera muchas veces, Jorge Espina se revela en “Reverdecer” (Baile del Sol, 2010) como un poeta estéticamente inquieto, versátil, que utiliza distintos medio literarios para transformar la realidad en verso, la poesía en elementos vitales muy tangibles.
Es innegable que lo cotidiano y lo común se mezclan con desparpajo, con momentos poéticos intensos y de honda estética y es precisamente el uso de esos términos cotidianos (yogur, pañales, vomitar) lo que dan a la imagen poética su ración de cercanía a la vez que su sentido trascendente.
Reverdecer es un poemario que necesita la complicidad del lector, es como una pareja que varía las posturas en el momento de amarse para llegar hasta el clímax. No quiere que el lector se sienta cómodo en un registro, va mudando de técnica y de estética para que disfrutemos de un poemario vivo y rico en matices.
Las sombras y sus olores, el inventario de Dios que hace y al cual pone a caldo, la cercanía con los hijos ya crecidos y la rotunda voluntad de ser feliz hacen de “Reverdecer” una experiencia fortalecedora, poemas que inyectan la savia necesaria para seguir afrontando esta aventura que es vivir.
Son cuatro las partes que componen “Reverdecer”, precedidas estas por una suerte de pórtico en el cual tres poemas nos dan la bienvenida, entre ellos Poética, dedicado al poeta Antonio Orihuela a quien ya tuvimos  el placer de leer y entrevistar. Abre el texto Bierces, le sigue Apología de la luz y Reverdecer y cierra con Poetas. Son secciones que nacen y se sustentan de modos estéticos muy diferentes. La primera y última sección del mismo, Bierces y Poetas respectivamente, nos presentan a un Jorge Espina más cercano a la tierra y a la infancia, a las cuales devuelve, en versos de una textura de alma, la posición privilegiada que suelen perder cuando nos alejamos de ellas. Teoriza en verso, expresa su pensamiento con poemas, en especial en Poetas. Vemos al escritor transpirando en su oficio. Pero es en el corazón del poemario donde nos encontramos en carne viva al poeta. Son textos cercanos al alma, llenos de materia de emociones y sentimientos que llegan de lo cotidiano, que resucitan y revelan vivencias a flor de tierra, que huelen a memoria de pan e infancia. Están llenos de unas imágenes que agitan la sensibilidad del lector.

El poeta lucha con Dios, con el amor, con la memoria. Emplea su oficio para poner de manifiesto su visión de la vida y su cadencia de alegrías y despropósitos, Poemas como Insomnio, Boceto, Extraños y los dedicados a la madre y al padre son de una factura emotiva y estética que incitan a la nostalgia.
Tenemos en Jorge Espina un valor seguro en la poesía española actual. Un poeta de esos que ama lo que hace y lo que hace lo llena de pasión y oficio que son la única manera de hacer  grandes cosas en literatura. Un texto este reverdecer que nos devolverá el gusto por la vida y por la buena poesía.


Pedro Crenes Castro