...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.
Mostrando entradas con la etiqueta ADOLFO CUETO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ADOLFO CUETO. Mostrar todas las entradas

sábado, 20 de octubre de 2012

ADOLFO CUETO - ALMACÉN



ALMACÉN

Somos seres de plástico, productos envasados
al vacío. Llevamos fecha oculta
de caducidad. Carne
sin alma. Seres almacenados
en números, cifras, cuentas
de óxido, posesiones
baldías. Acumulamos residuos:
toda una vida apilada en 
ese gran vertedero. Nada hay que sea nuestro,
sin embargo, más allá de este amor
que nos quema la sangre. Seres intercambiables;
contratas, negocios, fincas,
huesos, cenizas. Mira:
la codicia ha llegado.
Se ha instalado en tu casa.
Ha cogido tus llaves.


Adolfo Cueto. Dragados y Construcciones.
VIII Premio Emilio Alarcos.
Visor de Poesía.


lunes, 1 de octubre de 2012

ADOLFO CUETO - CARRETERAS CORTADAS



CARRETERAS CORTADAS

Esos otros caminos
por los que nunca pasamos, los que dejamos 
a un lado, hechos de miedo
y valor, como un destello en la noche, un 
fogonazo en la niebla, ¿adónde
irían a dar? ¿Por quién
preguntan ahora?,
ahora que es tarde y, de pronto,
todo este viento del Sur
acariciando tu frente...

                                    La añoranza abre huecos
pro carreteras cortadas, en autopistas
vacías, que nos reclaman al cabo. ¿Oyes al niño que corre
por las habitaciones? ¿Cómo crece y se afeita, y
sale luego a la calle? Hoy se cruza
contigo. Y, aunque tenga tu rostro,
es ya ese otro que avanza
–se desvía, se aleja–,
tan distinto a ti mismo: el que no
serás ya, el que nunca
habrás sido.


                         *****



SOBREVIVIR A UN ACCIDENTE
        Vancouver, Canadá

Íbamos tan deprisa, íbamos tan sin peso
como en los días mejores. No nos dio tiempo a ver
las luces, la mediana. Un fuerte olor
a neumático ahí, el reventón que deja la humedad
del llanto. Pasaron aún más rápido
la infancia, gestos, rostros: esa película
muda, una tragicomedia
sordamente escuchada, con pequeños subtítulos.
Y piensas que,
si morir fuera esta como improvisación
cualquiera, quizá valiera la pena tanta
velocidad. Dábamos vueltas y vueltas
de campana, todo girando. ¡Estábamos tan,
tan solos,
tan hondamente hundidos en nosotros mismos! Solamente
tú y yo, y al fondo el gran silencio
del mar. Y en las refinerías
sin pausa, el fuego que arde a solas
también. El humo, el viento. ¿Es que no hay nadie ahí
fuera? –gritaste–. Y tú y yo aquí, lejanos
y aislados, y con este hematoma
de la muerte en los brazos, qué solos ya: más
solos, en fin, que aquellas
alejadas plataformas petroleras, buscando a toda costa
salvarnos,
sobrevivir.

            
Adolfo Cueto. Dragados y Construcciones
VIII Premio Emilio Alarcos
Visor de Poesía


jueves, 30 de agosto de 2012

ADOLFO CUETO - MARINA HABLA CON ÁRBOLES


MARINA HABLA CON ÁRBOLES

Marina habla con árboles, entiende
su alta edad, el estremecimiento
del verano en sus hojas. Por su espina dorsal,
como a esa rama tierna, recién
brotada, asciende
este coro danzante, sonajero del viento,
que le canta al oído.

La estoy viendo ofrecer su inocencia sin traba,
sonreír, explorar
un lenguaje preciso, de raíces
secretas, que no tiene alfabeto  —y es ya esta palpitación
del mundo, respirándome a fondo–.
Pecho alado y en paz,
criatura tan dentro
como un cielo de agosto, hacia arriba, en lo alto,
donde canta la vida, donde la vida es
bella aún.

Marina habla con árboles
–me dices–, aunque tenga 3 meses.
Aunque algunos no escuchen, porque sólo
sonríe, porque no sabe hablar.


Adolfo Cueto. Dragados y Construcciones.
VIII Premio Emilio Alarcos
Visor de Poesía.