...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.

viernes, 19 de mayo de 2017

LA SOLEDAD SEGÚN SIMIC



Oh, copo de nieve rezagado
que te derrites al caer
en la oscuridad de mi ventana,

la eternidad, la que no tiene voz,
quiere oírte esta noche
hacer ruido.

*****

Si tan solo tuviera un perro, estos cuervos que se congregan
en mi patio sabrían lo que es bueno.
Si tan solo el cartero hiciera un alto en mi buzón,
me pondría a leer una carta en la calle
para que todos me envidiarais al pasar.

Si tan solo tuviera un coche que funcionara, 
me iría a la playa un día de invierno
para sentarme y ver cómo las olas
tratan de herir a los grandes peñascos
y se dispersan como ratones después de cada intento.

Si tan solo tuviera una mujer que me hiciera
una sopa caliente las noches de frío
y tal vez un pastel de chocolate,
del que me llevaría un trocito a la cama
para compartirlo con ella después de amarnos.

Si tan solo mis ojos pudieran ver mejor,
leería la historia de las aves que migran
sobre vastos desiertos y océanos
y de cómo necesitan volver a nosotros cada primavera
después de visitar muchos países exóticos y cálidos.

*****

Cuando me desperté en mitad de la noche
vi un caballo apostado en mi cama como si nada.
Querido qué alegría que estés aquí, le dije,
está nevando y has tenido que sentirte muy solo
y pasar mucho frío allá en tu cuadra,
ahora que el granjero y su mujer han muerto.

Te cubriré con una manta y comprobaré
si hay terrones de azúcar en la cocina,
como los que vi a un hombre con chistera
dar a una yegua en el circo, pero temo
que ya no estés a mi regreso, por lo que prefiero quedarme
y hacerte compañía aquí en la oscuridad.

*****

Algo o alguien que no acierto a nombrar 
me hizo sentarme y aceptar este juego
al que sigo jugando años después
sin conocer sus reglas o saber con certeza
quién va ganando o perdiendo,

por más que me devano los sesos estudiando
la sombra que proyecto en la pared
como un hombre que espera toda la noche
una llamada de un teléfono sin línea
diciéndose que a lo mejor suena.

El silencio a mi alrededor tan denso
que oigo un ruido de naipes barajados,
pero cuando miro a mi espalda, inquieto,
hay sólo una polilla en la ventana,
su mente insomne y desquiciada como la mía.


Charles Simic
El lunático
Vaso Roto Poesía


No hay comentarios:

Publicar un comentario