EL SOL EN LA CARA
nos daba el sol en la cara
y el manto de su luz
cubría nuestra desnudez:
se estaba bien allí, sí:
el sol nos daba en la cara
y se podía oír el rumor
del agua en el pantano
a dos o tres pasos de nosotros
se escuchaban también otros sonidos
beatíficos y adormecedores:
el de las aves del humedal
el de los insectos
o el de nuestra propia respiración:
se estaba bien allí, sí:
nos daba el sol en la cara
y teníamos los ojos cerrados:
*****
VENTANAS
en otros tiempos
cuando detrás de los cristales
se movían familias numerosas
las familias de la pobreza
por las galerías y ventanas
de las humildes casas de mi barrio
el barrio alto
circulaban vigorosas corrientes
de aire caliente y creatividad
y se diría que tenían vida propia
las galerías y ventanas
de las sencillas casas de mi barrio
el barrio alto:
asomándose a ellas
las mejores mujeres del mejor barrio
afilaban sus cuchillos y tijeras
arreglaban sus diferencias personales
comentaban chismes y habladurías
compraban pescado
sardinines fresques
y piedras de carbón
llamaban a gritos a su prole
regaban las plantas
y ventilaban sus asuntos más íntimos
sin ningún pudor
o vergüenza propia alguna
aunque eso sí:
siempre con mucho ingenio
desparpajo
y resplandor:
en otros tiempos
las galerías y ventanas
de las cochambrosas casas de mi barrio
el barrio alto
eran territorio habitado por mujeres:
sus hombres
por lo común
faenaban en la mar
se chumaban en el chigre
roncaban duras y apestosas realidades
o se sentaban en una banqueta en la cocina
el cigarro consumiéndose en sus labios
a estudiar el periódico del día
con el vaso de cristal y las uvas
peleándose sobre el hule de la mesa
mientras aguardaban
como chiquillos que todavía eran
a que sus madres les pusieran delante
el plato con la comida:
en cambio, en estos tiempos
en que detrás de cortinas y visillos se esconden
familias con un hijo o a menudo ninguno
las familias de la burguesía
por las galerías y ventanas
de las remozadas casas de mi barrio
el barrio alto
solo circulan las consabidas corrientes
de aire frío y silencio más frío todavía:
con la música a otra parte
se han ido las mejores mujeres de antes
y las de ahora
las de ahora ni locas se asomarían a ellas:
de modo que
como es natural
la vida animada se está apagando
se apaga
en esas mismas galerías y ventanas
pura fachada en estos tiempos
y solo de tarde en tarde
muy de tarde en tarde
si no descuidas la guardia
y permaneces atento
o no eres uno de ellos
abrigarás la ilusión de que la vida
quisiera prender y encenderse de nuevo
en las galerías y ventanas
de las desconocidas casas de ese barrio alto
que ya no sé si es el mío
o el de quién:
una cortina se descorre con disimulo:
una ventana se entreabre con sigilo:
una mano se asoma con precaución:
pero no pretendas engañarte a ti mismo
eso nunca:
únicamente se trata de hombres asustados
que salen a fumar a escondidas de sus mujeres
y que además ignoran
que cuando hacen eso
salir a fumar a escondidas de sus mujeres
es cuando mejor se les ve:
pálidos
y temblorosos
fuegos
fatuos:
*****
LA CASA DE ENFRENTE
últimos de diciembre
de una cualquiera
de estas últimas navidades:
noche cerrada y lluviosa
en la plaza de la soledad:
con un paño de cocina
un rodiellu le decía mi madre
limpio el vaho
del cristal de la ventana
para poder mirar fuera:
me ha parecido ver
luz
en la casa de enfrente:
luz
en la casa de
carlos y Cristina
dos hermanos
con los que solía jugar
de pequeño
en esta misma plaza
antes abierta y luminosa
incluso en diciembre:
luz, sí:
en la casa de enfrente:
pero no es más
que el reflejo
de una de las letras rojas
mayúsculas
de un cartel
en una de las ventanas
de la casa de enfrente:
SE VENDE:
*****
DAVID GONZÁLEZ
KIEPENKERL - LOS QUE VIVEN CONMIGO: 6
RULETA RUSA EDICIONES
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