...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.

jueves, 23 de enero de 2014

BEGOÑA ABAD - COMO APRENDER A VOLAR - I



Si me hubieran leído poemas 
desde niña...
nunca habría dejado de ser niña...

          ****        

Un día te hiciste mayor. 
Lo supe porque dejaste de venir 
a acurrucarte a mi lado
los domingos por la mañana.
Dejaste de buscar el calor
de mi costado
y mi mano distraída
haciéndote dibujos en el pelo.
Dejaste de pedir que te contara 
cómo eras de pequeño
y cómo era yo y cómo tu abuelo
y apareciste, sabio ya.
Todo lo sabías en esa mañana triste.
Me costó acostumbrarme
a verte aparecer en la cocina
con el ceño fruncido, silencioso.
Tuve que aprender a quererte de nuevo,
también así, distante y gris.
Aprender que sólo era un baile de disfraces
en el que me tocaba adivinar
de qué ibas vestido,
pero sabiendo que siempre
detrás estabas tú,
igual que tú esperabas
que yo estuviera siempre
esperando sin disfraz.
         
          *****

Mi abuelo no salió de su pueblo.
El pueblo tenía cuatro casas,
cuatro calles, cuatro caminos,
cuatro vecinos, cuatro perros.
No había en él ni obispos, ni ministros,
ni putas, ni altos cargos,
no había empresas, ni banca, ni iglesia
          había.
En realidad no salió nunca de su molino.
Ya es casualidad que por aquel lugar,
remoto y olvidado,
acertara a pasar la vida.
Mi abuelo hablaba poco, pero sabía mucho,
todo lo aprendió mirando la muela
que, implacable, con el mismo eterno
          movimiento,
machacaba siempre el grano, hasta hacerlo
          polvo.


          *****

Qué haremos los que nunca
saldremos en portadas de lujo,
los que gastamos sólo calderilla
y los que no atamos los versos
en líricas reales octavillas.
Los que no compramos más obra 
que la del pintor sin corte
y los que leemos la prensa gratuita.
Los que nunca fuimos a París,
ni sabemos lo que es volar en business
porque somos turistas de bajo coste.

Qué haremos los que nunca tendremos
una foto con el rey o el ministro
los que no conoce ni cristo
porque trabajamos a turnos
o a destajo, en la obra de vivir
sin esperar más lujo
que hacerlo a pierna suelta.

Qué haremos los que creemos 
que vivir es posible sin explotar a nadie
y que no hay más ganancia
que la de reconocernos siempre
cuando miremos al otro.

Qué haremos los que nunca
justificamos la guerra
aunque pongan banderas
en nuestro territorio.

Qué haremos los idiotas
que aún tenemos fe
en la naturaleza humana
contra los tiburones y las alimañas
que habitan la tierra
y los que abrimos puertas
en cada esquina
y dejamos la ventana abierta
como en noche de reyes,
cada día del año, sin zapatos, sin carta,
sólo por el placer de la espera.



BEGOÑA ABAD
Cómo aprender a volar
Olifante Ediciones (Papeles de trasmoz)

1 comentario:

  1. porqué será que todo TODO lo que escribe Begoña me gusta tanto?
    No soy una erudita para lograr expresarme con la debida propiedad, solo puedo decir que su sencillez es profunda (y viceversa) y siempre me emociona leerla.

    Gracias Jorge

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