Lloro de rojo
con los labios sangrando,
abrigo largo de funeral con lluvia,
y no como las niñas
de nombre Irene
y cara de margarita.
con los labios sangrando,
abrigo largo de funeral con lluvia,
y no como las niñas
de nombre Irene
y cara de margarita.
Tocando el bofe de la vaca,
aún caliente
sigue palpitando, así, en canal.
aún caliente
sigue palpitando, así, en canal.
No como las pecas
ni la risa que se queda
en los columpios al final de la tarde.
ni la risa que se queda
en los columpios al final de la tarde.
Lloro como los carteles:
Silencio en el hospital.
Y no rebañar el plato
con la lengua,
rebañar la lengua.
Silencio en el hospital.
Y no rebañar el plato
con la lengua,
rebañar la lengua.
Lloro sonámbula,
la bañera se inunda
y en el suelo un charco
avanza y avanza.
la bañera se inunda
y en el suelo un charco
avanza y avanza.
Lloro en eclipse terrestre
tapándolo con el pulgar.
Lloro pantera bizarra,
no despensa llena.
Candil apagado,
niebla galopante,
óxido de manzana.
tapándolo con el pulgar.
Lloro pantera bizarra,
no despensa llena.
Candil apagado,
niebla galopante,
óxido de manzana.
Tu muerte me silba:
no sé acabar el poema.
no sé acabar el poema.
Ahora
que no es el presente,
ni es ningún otro momento, sospecho
que no hay lugar donde existas más
que en este cerco, en esta sima,
en esta aldea vallada de piel
que se alimenta de la trayectoria
de tantos ideales
incorruptos como mentiras.
que no hay lugar donde existas más
que en este cerco, en esta sima,
en esta aldea vallada de piel
que se alimenta de la trayectoria
de tantos ideales
incorruptos como mentiras.
No hay en la realidad
verdad ninguna,
no está en las palabras ese misterio
que buscas.
No hay nada que esté vivo.
no está en las palabras ese misterio
que buscas.
No hay nada que esté vivo.
Malgastas tu tiempo en
el espacio
finito de la hoja en blanco.
finito de la hoja en blanco.
Luego dirás: “Carpe diem”.
¿Qué haces leyendo este
poema?
Nares Montero
Para enfrentar batallas que me alejen
Ruleta Rusa Ediciones
No hay comentarios:
Publicar un comentario