Crónicas de Asturias (III)
Cada mañana, a las diez y media, abro la ventana y veo el mismo paisaje:
el lomo agachado de la mujer con sombrero de paja, cavando la tierra.
Seguramente lleva ahí desde las siete.
Al caer el sol, sigue cavando en la misma posición.
Siembra paciencia con cada gesto, pero la tierra se empeña en no ceder.
Desde mi cama, le escribo este poema: seguro que si lo oyera, me escupiría sobre el papel.
el lomo agachado de la mujer con sombrero de paja, cavando la tierra.
Seguramente lleva ahí desde las siete.
Al caer el sol, sigue cavando en la misma posición.
Siembra paciencia con cada gesto, pero la tierra se empeña en no ceder.
Desde mi cama, le escribo este poema: seguro que si lo oyera, me escupiría sobre el papel.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario