En las ramas bailaban las frescas gotas de agua,
se abrazaban los pinos
y se susurraban mañanas de amor.
El rosal también existía,
los abetos, los castaños
hasta los naranjos tenían
presencia en los olores.
En el horizonte se presentía un mundo
posible, junto al llanto
se escuchaba la risa,
junto a la oscuridad, la luz.
El rumor del patio. Antonio Martínez i Ferrer
Muchas gracias mi querido amigo. Te deseo un año 2012 lleno de poesía y afectos. Antonio.
ResponderEliminar