...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.

domingo, 11 de noviembre de 2012

ISLA CORREYERO - CRÍMENES


INSTRUCCIONES

A las doce y cuarenta minutos de la noche, el doce de febrero,
que estará el cielo raso, en la calle Guadiana, puerta
número siete, encontraréis a un hombre aún despierto:
Matadle.

Si dice estar leyendo o aburrido no le escuchéis, es fingidor y 
joven, nocturno tiburón.

Sabrá perfectamente cuál es vuestro mandado.

Ni tiempo a un cigarrillo le deis para calmarse, ni mostréis 
vuestros rostros bajo ningún pretexto.

Cuando su boca deje de mostrar la sonrisa es que habrá
comprendido que debe levantarse.

Alargará el silencio, jugará a entristecerse, se doblará los
puños de la camisa blanca.

No miréis a sus ojos, no contempléis sus manos: tiene en ellos
un arte de niebla inofensiva y un encanto más fuerte que 
la luna y el mar.

Si un temblor repentino le sobreviene al labio resultará que
el tipo quiere pedir clemencia.

No os valgan sus ardides, no aceptéis sus disculpas.

Su vida tiene el precio de un insomnio de siglos y ha de pagar
la parte que su amante le requiere.

Disparad a la frente, el corazón y el sexo.  Fulminadlo,
tranquilos, en esos puntos clave.

Y cerradle los ojos si todavía le brillan.

                          *****

TODOS NOSOTROS

Todos nosotros.
Los que nacimos rechazando la política y las leyes.
Los orgullosos.
Los que sabíamos que extraían de nuestra percepción la libertad.

Todos nosotros.
Que crecimos en pueblos y en ciudades aún azules.
Que fuimos incalculables niños instintivos y lunáticos.

Todos nosotros.
Viajeros. 
Los que atravesamos la oscuridad del sexo y la habitamos.
Los buscadores de belleza.
Los que probamos las exóticas sustancias y vivimos en el cine
y en la noche.

Todos nosotros.
Generación, tribu, conjunto de perdedores que imaginamos
que la ruina era el más alto honor.

Todos nosotros.
Los desterrados ahora de aquel grupo.
Los olvidados, los oscuros, los ausentes.
Los abandonados y los destruidos

Todos nosotros.
Los que ya no soñamos. Los que somos compradores de todo
Los arrasados por el dinero y por las guerras.

Los que ahora somos impenetrables asesinos blancos.

Los que contemplamos la luna desde el cielo.


ISLA CORREYERO. CRIMENES
EDICIONES LIBERTARIAS

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