Postal cariñosa
Me asomo a la baranda
y desde allí
con un sol tan benévolo que parece una tregua,
veo cómo pasean los hombres y mujeres,
veo cómo se besan,
se cogen de la mano
y juegan con sus hijos en la arena,
les enseñan los colores del mar,
el olor que remolcan las olas
y, por un instante,
todo parece tan sencillo...
Como si vivir tan sólo consistiese
en amar y enseñarnos
lo hermoso que puede ser el mundo.
*****
Se me nota que no tengo ganas
En la escritura viven todos los desperfectos
y pasan las cosas de la vida,
las cosas de la muerte,
y miro los cipreses detrás del carrefour
y lloro imaginando la cama fría de mi padre
desde el cerro con vistas al centro comercial,
y cojo el coche
y mientras voy cantando una canción horrible y pegadiza,
me asalta la certeza
de que no volveré a escuchar sus piropos
y lloro otra vez en el semáforo,
que parpadea naranja,
y se emborrona sin saber que mi padre no está
y me ha dejado triste para siempre, aunque yo ya lo estaba.
Se me nota que no tengo ganas,
se nota que intoxica el olor a aguarrás de esta habitación,
los pelos de mi perra,
se nota que le pongo más sal a las comidas,
y montones de especias
porque nada me sabe como antes.
Se me nota que no tengo ganas,
que estoy como de paso,
que algunas veces miro hacia la nada cuando te estoy besando,
la nada que es un pasillo, largo de luz artificial.
Somos una insignificancia, sobre todo la gente como yo,
[que no sabe crecer ni puede.
*****
Encías mondas
Un día nos pararemos a pensar qué fue de nuestro sueño
y la tristeza nos molerá de frío
como nuestras venas albergaran el viento.
Nos sentaremos abatidos y pasarán las horas.
Las encías se quejarán entonces de su desdentamiento,
ya no habrá nada que podamos morder.
INMA LUNA
Cosas extrañas que sin embargo ocurren
Cangrejo pistolero ediciones
Gracias por generosidad de mostrar esta selección tan cuidada.
ResponderEliminar