CRISALIDA
¿Cuantos años tenias tú
cuando empezó la guerra?
¿Cuando empezó?
Pues no sé, unos doce
o trece tendría, por ahí.
Todavía era una chiquilla.
¿Y Luego?
¿Luego?
Luego ya era una puta.
***
QUE TENGAS UNA BUENA NOCHE
Suelo salir a despedirla al descansillo. Cada noche.
Cuando sale a ganarse nuestro pan con el sudor de su frente.
En una mano lleva la bolsa, o bolsas, de la basura.
En la otra, o bajo el brazo, los dos periódicos del bar.
Suelo salir a despedirla al descansillo. Cada noche.
Cuando sale a ganarse nuestro pan con el sudor de su frente.
Le arreglo el pelo. Le coloco bien el cuello del abrigo.
La beso en los labios. Que tengas una buena noche, le digo.
Mientras baja por la escalera, aún le recuerdo: Si necesitas algo,
me llamas. No importa qué hora sea. Me llamas.
Aguardo, todavía, a que desaparezca su espalda
y desaparezca, también, de la pared, la sombra de su espalda.
A que se apague la luz
y abajo, en el zaguán, se escuche un portazo. Solo entonces
entro en casa
y cierro la puerta.
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