PAISAJE CON CAÍDA DE ÍCARO
¿Cómo he podido fallarte así?
pregunta el sujeto
al objeto. El objeto es una urna
de cenizas. Cómo no he logrado salvarte,
muchacho de carne y hueso. Muchacho
compuesto de mente. De años. Una mano
y pintura sobre tela. Una escultura de mármol.
Por qué no puedo alcanzarte donde estés
y tirar de ti. Por qué yo soy
y tú no. Estás para siempre en el andén
mirando la puerta del vagón al cerrarse.
Y luego la estela plateada de mi partida.
¿Qué tren era? El número 6.
¿Qué día era? Miércoles.
Habíamos admirado juntos los mosaicos
del Museo Metropolitano.
Aquel vagón debería estar sellado en ámbar.
Aquel día tan doloroso debería estar
engastado en ámbar.
En granate. En ámbar. En ópalo. Para
poder seguir. Cómo puede ser
que esto no signifique nada para nadie que no sea yo.
***
AHORA
Ahora, dijo ella, ¿sabes
cómo me siento? No, dijo él,
no sé nada.
Soy solamente, como tú me has descrito,
ceniza en una urna. No, dijo ella,
eso no es lo que quería decir
cuando lo dije. Eres todas las cosas
y además eso. Es la ironía
del lenguaje quien te ha descrito así.
Reducido
al después del dolor
que durará toda mi vida. El dolor
hasta la raíz del pelo de una madre
cuyo hijo ha sido barrido del mundo
por la escoba punzante
de todos sus fallos involuntarios.
Lo que ella había querido decir es que
el cuerpo como ceniza es insuficiente.
ELEGÍA. MARY JO BANG
BARTLEBY EDITORES
Traducción de: JAIME PRIEDE
Este libro es una elegía que no se resigna ante la muerte ni ofrece consuelo a los vivos. Este libro duele. Es una herida que no acaba de cerrarse. La herida del desamparo que causa una pérdida y el sentimiento de culpabilidad por no haberla evitado. Mary Jo Bang compone Elegía entre junio de 2004 y junio de 2005, tras la muerte de su hijo por sobredosis, pero el libro no fue publicado hasta 2007, año en que recibiría el prestigioso National Book Critrics Circle Award. Jaime Priede
Terrible descarga, un dolor demasiado profundo.
ResponderEliminarSaludos Jorge