Los veo parados en los portones de sus universidades.
Veo a mi padre saliendo bajo el arco de arenisca ocre,
las tejas rojas brillando como platos doblados de sangre tras su cabeza.
Veo a mi madre con libros ligeros en su cadera,
parada en la columna de ladrillos con los portones de hierro forjado,
aún abiertos detras de ella, con las puntas de espada.
Están a punto de casarse.
Son niños. Son tontos.
Sólo saben que son inocentes y que jamás lastimarían a nadie.
Quiero ir y decirles que no lo hagan.
Que ella es la mujer equivocada, que él es el hombre equivocado.
Que harán cosas que ni se imaginan.
Que le harán daño a los niños.
Que sufrirán de forma inimaginable.
Que van a querer morirse.
Quiero ir y decírselo en la luz de Mayo.
Pero no lo hago.
Quiero vivir.
Los tomo como muñecos de papel,
y los froto uno contra el otro por las caderas como pedernal,
como si quisiera sacarles chispas.
Y digo: Hagan lo que van a hacer, que yo lo contaré.
The Gold Cell SHARON OLDS
Ayer estuve por acá leyendo "Las Formas". Esta mujer escribe tan bien!!!
ResponderEliminarY este poema no me cansa y ese gran final
"Hagan lo que van a hacer, que yo lo contaré."