Reemprender el diálogo
–defiende Wrongo–
entre cumbres y valles
entre arado y besana
Armonizar de algún modo
el topo con el águila
el saltamontes con el león
marino
Reivindicar que la
convivencia es posible
entre pleamar y bajamar
entre selva y cartero
entre cristal y espuma
Equilibrar
aquellas tres nubes casi
perfectas
en aquel cielo casi vacío
Si se le pide a Wrongo
una definición de ser
humano:
animal que camina al borde
del abismo
Tanta pantalla de plasma
–suspira Wrongo–
impide ver
lo que uno tiene delante
de los ojos
Se escribe recogiendo
palabras
como conchas junto al mar
o cantos rodados de río
o como suavemente va
encontrando su alimento
una vaca
en los pastos
Wrongo cree
que los filósofos
trabajan
más bien con la vista
y los poetas en cambio
son animales de olfato
los primeros
bichos más bien apolíneos
caminan elegantes bañados
por la luz
los segundos como topos
miopes y confusos
excavan galerías husmeando
en busca de algunos
vegetales comestibles
y de vez en cuando
se cruzan con otros
resabiados viejos topos
se reconocen
intercambian tubérculos
y hay alborozo en lo
oscuro
Uno busca belleza
y encuentra fragilidad
uno busca potencia
y encuentra fragilidad
uno busca riqueza
y encuentra fragilidad
uno busca trascendencia
y encuentra
el ahí
de lo humano
... la vida es
sencillamente
lo contrario del marketing
RENGO WRONGO. Jorge Riechmann
XIV Premio de poesía Ciudad de Mérida
DVD Ediciones
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