...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.

martes, 1 de enero de 2013

ÁNGEL CUESTA - ROBINSON



ROBINSON

Y llegaron los días
en los que los paseos desaparecieron.
La luz se iba antes.
El gris invadía todos los momentos diarios,
encogiendo el corazón a la mínima oportunidad.
Los meses en aquel barco
le hacían llorar sobre las maromas.
Y veía con espanto
como transportaba consigo la huída constante
y las mismas maletas plenas.
Ni un solo gramo de desdicha
se había derramado en aquel viaje.
Tenía tanto miedo a volver y volverse loco,
que solo podía quedarse
en aquel mundo austral y plomizo,
sorteando constantemente el Cabo de Hornos.
Pocos días después decidió bajar a tierra
como para encontrar descanso.
Se instaló en una cabaña llena de barro
sin apenas comer, contemplando las olas repetidas.
La lluvia dejaba los pensamientos marcados sobre la tierra.
En su casa optaron
por un medicamento de uso compasivo,
se internó en la selva que rodeaba la cabaña.
Perdió conciencia de sí,
y no distinguía si era helecho
puma, bosque o hierba.
Al lado de la cama,
los médicos aseguraban que estaba ausente
pero que era feliz.


Ángel Cuesta

Asturcones (Canalla Ediciones)

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