LA GLORIA
A Holden Caulfield
Hay un lago en Central Park,
cerca de Central Park South,
en él los patos le preguntan a
los peces:
¿Saben ustedes a dónde se ha ido Salinger?
¿Quién?
Salinger. ¿Tienen alguna idea de
dónde se ha metido?
Los peces no son malos tipos,
pero tienen poca paciencia.
¿Cómo demonios queréis que lo
sepamos?
¿Cómo queréis que sepamos una
estupidez semejante?
Los patos vuelan sobre el lago
buscando a Salinger
pero ni rastro, de Salinger,
nadie sabe nada.
***
EL POETA QUE QUISIERA SER
–El dinero es poder
sacrifícate un poco más.
–Pero yo amo a mi mujer y a mis hijos.
–Observa la naturaleza,
los árboles...
–Pero yo amo a mi mujer y a mis hijos.
–El éxito, la fama,
déjate ver
acude a los actos literarios,
corteja a la prensa,
hazte notar.
–Pero yo amo a mi mujer y a mis hijos.
–Quédate después de la lectura,
firma tus libros,
festeja con tus lectores hasta
altas
horas de la madrugada.
–Pero yo
amo a mi mujer y a mis hijos.
–Déjate querer, si una mujer bella
te reclama,
piensa que el poeta debe
permanecer
siempre enamorado.
–Pero yo amo a mi mujer y a mis hijos.
–Si la Musa te lo pide,
abandónalo todo
ella no espera.
–Pero yo amo a mi mujer y a mis hijos.
–Olvídate de cambiar el mundo,
es imposible,
otros lo han intentado
y para qué, para quién.
–Pero yo
amo a mi mujer y a mis hijos.
–Todo el mundo tiene un sueño
¿cuál es el tuyo?
–Yo amo a mi mujer y a mis hijos.
Me gustan los dos, pero el segundo me atrapa con ese ritornello veloz que tiembla lo humano.
ResponderEliminarBesos.
El bajo continuo de la voluntad que hay que sostener a pesar de las lenguas. Muy bien, hasta el final, integro en que la respuesta es ya decisión tomada. Enhorabuena.
ResponderEliminarSalud
Manuel Marcos