...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.

jueves, 21 de abril de 2011

MIQUEL ÀNGEL LLADÓ -EL INQUILINO DEL HIELO


Miquel Àngel Lladó Ribas
(Escritor, amigo y luchador del silencio)


L'INQUILÍ DEL GEL 



Nº 1  Colección Bilingüe Palma de dos (poesía)



UNO DE CADA MIL

Algunas veces
insisto en jugar a la lotería
o compro el cupón
y no me doy cuenta 
de que aquí, a mi lado,
a dos pasos como quien dice,
tengo la fortuna
de haberte conocido,
de fascinarme 
con tu presencia,
de venirme arriba
con una sola de tus miradas.
            
                ***

Disculpadme.
¿No habéis visto por aquí
a alguien así,
más bien pequeño,
corriendo hacia la puerta?

Avisadme si pasa.
Y, por favor,
no le cerréis el camino
ni le regañéis:
igual que vosotros, 
lleva tiempo buscándolo.

                ***

El azar quiso que fueras un pingüino.

Hubieras podido ser
una mariquita
o una tortuga,
o una grácil mariposa.

Pero no,
escogiste ser un pingüino:
ave del frío,
de pico anaranjado
y albino plumaje.

Con una capa negra:
un frac 
a medida de la noche,
con las estrellas por botones.

El azar, afortunadamente,
quiso que fueras un pingüino.

               ***

Esta mañana
las morsas se han levantado temprano.

Soñolientas aún
han contemplado, incrédulas,
cómo atravesabas ufano
su territorio
de sebo perezoso y prieto
mientras proferían, 
sorprendidas,
confusas consignas
de rechazo hacia el intruso.

No te ha importado demasiado.
Has seguido tu camino
con el cuello estirado
y las alas extendidas,
el pecho fuera, hinchado,
el pico elevado
hacia el cenit
de la aurora polar,
desafiando el frío crudísimo
con tu abrigo
de plumón y esperanza,
ignorando el miedo
y sabiéndote frágil pero firme,
seguro de hallar
la prodigiosa fuente del Verbo
y de abrevarla
hasta la saciedad más honda.

              ***

DESPEDIDA

Asómate. Los leones marinos
han venido a despedirse de ti.
Y también las focas.
¿Y ves allí, detrás del iceberg,
aquel fantástico pez?
Es la orca. Nunca más
volverá a molestarte. Incluso
las morsas han acudido
para darte el último adiós.

En el fondo,
todos te apreciaban.

           ***

De hielos y primaver
as 


Cuando escribí estos poemas poco sospechaba que, algunos años después, su protagonista realizaría el más largo y definitivo de los viajes, ese para el cual todos, tarde o temprano, cogemos únicamente billete de ida pues no hay posibilidad de retorno.

            ¿O tal vez sí? ¿Acaso no poseemos la memoria, sin duda una de las más grandes cualidades humanas, para traer a voluntad todo aquello que hemos amado a lo largo de nuestra existencia? ¿Reparamos de veras en el milagro que significa recordar el color de unos ojos, la frescura de una sonrisa, la sencilla candidez de un gesto?

            Al releer estos versos recuerdo, como no, a nuestro amado hijo Lluís. Le recuerdo y le echo de menos, para qué nos vamos a engañar. No obstante la poesía me ha permitido de alguna manera inmortalizarle, hacerlo perenne, plasmar su bondadosa esencia sobre el papel. Y, de paso, recordar al mundo que “no existen alas inútiles”, que todo aquello que nos sucede, por duro y adverso que nos parezca, no es sino una oportunidad de mejorar y comprender en toda su hermosa complejidad el universo que nos rodea.

            Hielo, pingüinos, silencio… ¡Cuánta belleza encierra ese mundo que hemos etiquetado alegremente de autista, sin detenernos tal vez a pensar en las gemas que alberga esa sin par “oscura cámara del tesoro”! Yo tuve la ocasión y el privilegio de admirarlas. Y quiero animar desde estas líneas a quienes de una manera u otra deambulan por esta “sinuosa ruta del hielo” a hacerlo, a descubrir el color de la esperanza y de los sueños que a mi se me antoja azul e inmenso, como ese mar que ahora mismo sobrevuelo y ese cielo que nos cobija y al que de tanto en cuando alzamos los ojos esperando que nos envíe lluvia, amor, palabras…

            Abrámonos pues, al azul de lo insondable, dejemos que la primavera ocupe al fin el lugar de las dudas y de los fríos, trabajemos sin tregua hasta encontrar esas anheladas “veredas de sonidos / en el fondo del valle”.

Apostemos, en fin y de una vez por todas, por la poesía, por la luz, por la esperanza: por la vida.

MIQUEL ÀNGEL LLADÓ



                                                *****

Pido perdón a Miquel Àngel y a Casabierta editorial si me he extendido demasiado en la elaboración de esta página. Es un acto de amor, no de piratería. Este maravilloso libro estará ya siempre entre mis poemarios preferidos. Nada más terminar de leerlo, te apetece comprar otro para regalárselo a un amigo, a alguien que quieres.
Jorge Espina

1 comentario:

  1. Sobrecogedora apuesta por los caminos mundanos en busca de lo más preciado, poesía, luz, esperanza-vida

    ResponderEliminar